Santos declaró calamidad pública en Salgar por emergencia

El presidente Juan Manuel Santos anunció que los damnificados por la emergencia en Salgar recibirán un paquete de ayudas para la reconstrucción de viviendas, subsidios de arrendamiento y otros apoyos de urgencia. 

Luego de reunirse en la zona del desastre con las autoridades civiles, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres-Ungrd, los organismos de socorro y la Fuerza Pública, el presidente Juan Manuel Santos declaró la calamidad pública en el municipio y expresó su solidaridad a las familias de las 48 personas que hasta el momento han fallecido. También se refirió a las personas que perdieron sus viviendas y enseres por causa de la tragedia ocasionada por el desbordamiento de la quebrada La Liboriana.

Entre las ayudas que recibirán los damnificados del corregimiento la Margarita y otros sectores afectados como Los Mangos y La Liboriana, se destacan un subsidios de arrendamientos y 16 millones de pesos para que cada familia pueda reconstruir sus casas. «Ayuda humanitaria para las personas damnificadas, inicialmente dispusimos de 200 mercados, la alcaldesa dice que posiblemente se necesiten más, subimos ese número a 500 y se necesitan más los traeremos», dije el mandatario nacional.

Mientras avanzan las labores de búsqueda de las personas que continúan desaparecidas, los familiares de las víctimas y quienes perdieron sus bienes materiales están recibiendo ayuda sicosocial por parte de la Cruz Roja, mientras que los cuerpos recuperados serán trasladados a Medicina Legal en Medellín. Además, con retroexcavadoras se adelantan los labores de limpieza de los sectores afectados.

Por su parte, Sergio Fajardo Valderrama, gobernador de Antioquia, dijo que ya llegaron los primeros carrotanques para suministrar agua potable, principalmente al hospital del municipio. «Ha habido un poco de necesidad, pero ya se va  a resolver».

Más de 160 personas integradas por el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres están recorriendo el cauce de la quebrada y las viviendas aledañas a esta, para ordenar en caso de ser necesario la evacuación de las mismas, con el objetivo de minimizar el riesgo en caso que haya lluvias o una nueva creciente.