Ningún club en la historia ha podido ganar dos Champions de manera consecutiva.
El Real Madrid claudicó ante la Juventus de Turín en su propio estadio y ante la hinchada merengue al igualar 1-1 en el partido de vuelta de las semifinales de la Champions League, el conjunto blanco posiblemente no obtendrá ningún título esta temporada.
El conjunto de Turin atrapó al equipo rival en su propio terreno y se apropió del esférico con un Andrea Pirlo como director de Orquesta y Pogba como su tenor. Sin embargo, el cuadro dirigido por Carlo Ancelotti soportó las embestidas por tiempo, hasta que llegó James Rodríguez con una incursión al área pero fue derribado y el árbitro decretó la pena máxima, que fue ejecutada por Cristiano Ronaldo al minuto 23.
Durante el segundo tiempo, la historia cambió y la Vecchia Signora empezó a presionar y generar fallos defensivos, oportunidad que aprovechó el exmadrileño Álvaro Morata al minuto 57. Después de este baldado de agua fría, el conjunto merengue fue un mar de angustias y nervios en el campo, en donde con más corazón que mente, fueron arriba con el fin de conseguir desesperadamente el tanto que los podría enviar a los tiros penales. Sin embargo, el final fue otro y los italianos festejaron en tierras extranjeras.
Con este resultado, la Juve tiene el tiquete asegurado para disputar la final de la Champions League ante el Barcelona en la ciudad de Berlin, un partido épico y de suma importancia para los aclamados clubes.