El Palpitar Noticias, Medellín, Antioquia, Colombia, Acontecimientos de interés común, Hechos de ámbito internacional.
El líder indígena fue arrestado en el departamento de Cauca, por presuntas agresiones a un militar.
A través de un comunicado de prensa, la Organización Indígena de Antioquia -OIA- rechazó la condena y detención contra el líder y consejero de la comunidad, Feliciano Valencia, perteneciente a la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca -Acin-.
El pasado miércoles, en la vía que comunica la ciudad de Popayán con la municipalidad de Santander de Quilichao, Valencia fue detenido por el Ejército Nacional en un hecho que, según el comunicado de la OIA, es «ilegal e ilegítimo».
La orden que emitió la jurisdicción ordinaria en contra de Valencia obedece a los hechos ocurridos en el año 2008, cuando la guardia indígena detuvo a un soldado que supuestamente portaba material de intendencia y «estaba infiltrado en el desarrollo de una movilización indígena», según denunció la OIA.
Al ser capturado por la guardia, la comunidad procedió a juzgarlo y condenarlo, con base en los principios de derecho propio que poseen los entes indígenas, razón por la cual fue procesado Valencia.
«Consideramos que el fallo y posterior detención son una manifestación clara y expresa en contra del derecho a la protesta popular, una persecución política del Estado a la movilización indígena, campesina y popular y un desconocimiento a la autonomía territorial y a la jurisdicción especial indígena consagrada en la Constitución Nacional», explicó el comunicado.
Además, hubo señalamientos en contra de Valencia, con los que se le acusaba de tener presuntos nexos con grupos armados ilegales al margen de la ley y de instigar a la violencia en las manifestaciones de reclamación de tierras por parte de grupos comunitarios indígenas.
El comunicado de la OIA puntualizó que la comunidad indígena «exige la liberación inmediata del compañero Feliciano Valencia e insta a la sociedad civil, las organizaciones sociales y políticas, a la comunidad nacional e internacional a que se solidarice con el atropello ejercido por el estado colombiano contra su movimiento».
