El Palpitar Noticias, Medellín, Antioquia, Colombia, Acontecimientos de interés común, Hechos de ámbito internacional.
El Inpec aclaró que la situación sólo se presenta en casos específicos de presos con mala conducta.
De acuerdo con denuncias remitidas a la Mesa de Derechos Humanos del Valle del Aburrá, internos de la cárcel Bellavista de la ciudad de Medellín estarían recibiendo alimentos en condiciones precarias, sobre hojas de papel y en bolsas plásticas.
Desde hace tres meses, el Inpec adelantó la compra de menajes para que cada uno de los internos del centro penitenciario pudiera consumir sus alimentos de una forma correcta y digna.
Sin embargo, según el dragoneante Luis Pinzón, presidente del Sindicato del Instituto Penitenciario en Antioquia, muchos presos han vendido sus cubiertos y platos personales a fin de comprar sustancias alucinógenas al interior del penal.
Ante tal situación, el personero de Medellín, Rodrigo Ardila Vargas, envió una comisión desde su despacho para verificar la veracidad de las denuncias, ya que también la escasez de menajes se debería al elevado hacinamiento en el centro carcelario, que alberga alrededor de seis mil 500 presos, a pesar de tener una capacidad para poco más de dos mil.
Por su parte, Iván Darío Gutiérrez, director general de la ONG Corpifamco (Pro Internos de Colombia), aclaró que la problemática aplica para «los internos que, por situaciones particulares de convivencia como agresión o hurto, no pueden habitar el patio principal y permanecen recluidos por fuera de los pabellones. A ellos toca subirles la comida en bolsas«.
Eso sí, señaló que la comida en Bellavista y Pedregal «sigue siendo mala, porque es poquita y no es la mejor». Aún así, destacó que el Inpec se ha esforzado para que «las condiciones de aseo y las formas de servir los alimentos hayan mejorado sustancialmente».
Así, pues, cerca de 30 internos estarían recluidos por su mal comportamiento y serían los afectados por la medida. Tal cual lo confirmó Hugo Parra, personero (e) de Medellín, quien agregó que es muy difícil que mejoren las condiciones alimentarias de los presos en Colombia, cuando el Inpec sólo destina tres mil pesos por ración.
