Dos mujeres fueron aseguradas por presuntas extorsiones desde cárceles

Ambas, investigadas por el delito de concierto para delinquir con fines de extorsión, habrían reclamado más de 69 millones de pesos.
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Las mujeres fueron identificadas como Zeneida del Carmen Sánchez Agudelo, de 49 años de edad, y Zeidy Johana Sánchez Pamplona, de 25 años, quienes fueron cobijadas con medida de aseguramiento por ser las presuntas responsables de prestar sus nombres, para recibir dineros producto de extorsiones cometidas contra comerciantes antioqueños, desde diferentes centros carcelarios.
 
Sánchez Agudelo, quien ya fue sentenciada a 16 años y seis meses de prisión por conductas delictivas similares, fue enviada a un centro penitenciario, mientras que a Sánchez Pamplona se le concedió el beneficio de la detención domiciliaria por su condición de madre cabeza de familia. 
 
De acuerdo con la investigación adelantada por un Fiscal Especializado destacado ante el Gaula Militar de Antioquia,  las llamadas extorsivas fueron realizadas entre septiembre de 2012 y enero de 2103, por alguien que se identificaba como alias Ronald, supuesto cabecilla de la banda criminal Los Urabeños. 
 
Asimismo, este grupo de presuntos extorsionistas les exigían a las víctimas la entrega de radios de comunicación satelitales, medicamentos de difícil consecución, o en su defecto, la consignación de sumas de dinero que oscilaban entre los dos y los cinco millones de pesos, para evitar así atentar contra sus vidas o las de sus familias.
 
En la actualidad están privados de la libertad 18 presuntos integrantes de esa banda criminal y se tramitan más de 104 denuncias dentro del mismo proceso.

Acerca de Andrés Felipe Bustamante Restrepo

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Comunicador social - educador. Dios, familia, amigos. Interesado en el proceso de paz, en los deportes y en vivir en armonía. Poco comunicador, muy periodista. Me gusta saber sobre la historia de la Colombia violenta, no por apología, más por entender el porqué de todo este complot violento en el que vivimos inmersos los colombianos del común. Creo en lo que se hace bien, como diría un maestro: “no se mate haciendo las cosas, hágalas bien”. No hay que morir en el intento, hay que hacerlo.

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