Cabecilla del Clan Úsuga fue condenado por el homicidio del periodista Luis Carlos Cervantes

El comunicador fue amenazado de muerte en varias oportunidades por hacer denuncias publicas sobre corrupción.

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El periodista, Luis Carlos Cervantes, fue asesinado en Tarazá. Foto: ARCHIVO

Javier Vega Osorio, alias “Morroco”, cabecilla del Clan Úsuga en el Bajo Cauca antioqueño, fue condenado a 31 años de prisión por el asesinato del periodista local y de Teleantioquia, Luis Carlos Cervantes, ocurrido el 12 de agosto de 2014 en el municipio de Tarazá.

Alias Morroco, preso en una cárcel del Distrito Judicial de Medellín, fue sentenciado por los delitos de homicidio agravado en concurso homogéneo y sucesivo, concierto para delinquiir agravado, concurso de secuestro simple y concurso de porte ilegal de armas de fuego de defensa personal.

Luis Carlos Cervantes, conocido por sus denuncias sobre el accionar de esta banda delictiva en esta zona del Departamento, fue asesinado con arma de fuego el 12 de agosto de 2014, en el municipio de Tarazá, mientras ayudaba a una amiga a realizar un trasteo en una motocicleta.

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Javier Vega Osorio, alias “Morroco”, cabecilla del Clan Úsuga en el Bajo Cauca antioqueño. Foto: CORTESÍA

Los investigadores establecieron que miembros de la señalada estructura criminal se reunieron a finales del año 2013 para planear la muerte del periodista a quien señalaron de «sapo».

Igualmente, alias “Morroco” fue enviado a la cárcel por los homicidios del exalcalde de Tarazá, Reinaldo Posso Muñetón, y del contratista, Didier José Sánchez Torres.

La investigación adelantada por la Fiscalía estableció que el 23 de abril de 2014, en el municipio de Cáceres, el exalcalde y el contratista en obras de construcción, fueron amarrados y montados en contra de su voluntad en un vehículo que alias “Morroco” seguía en una motocicleta.

Al llegar al sector La Pradera, las víctimas fueron bajadas del automotor y ultimadas con armas de fuego.

Acerca de Andrés Felipe Bustamante Restrepo

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Comunicador social - educador. Dios, familia, amigos. Interesado en el proceso de paz, en los deportes y en vivir en armonía. Poco comunicador, muy periodista. Me gusta saber sobre la historia de la Colombia violenta, no por apología, más por entender el porqué de todo este complot violento en el que vivimos inmersos los colombianos del común. Creo en lo que se hace bien, como diría un maestro: “no se mate haciendo las cosas, hágalas bien”. No hay que morir en el intento, hay que hacerlo.

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