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Expertos coincidieron en la importancia de recuperar el centro dado su valor cultural e histórico.
En un conversatorio organizado por la Empresa de Desarrollo Urbano -EDU-, varios expertos evidenciaron la relevancia de darle prioridad al centro de Medellín dentro de las políticas públicas municipales que le darán rumbo a la ciudad en los próximos cuatro años.
Vivienda, movilidad, seguridad y medio ambiente son, para los académicos y urbanistas, los aspectos que ofrecen más retos al Municipio en su intento por recuperar de forma integral el centro, uno de los espacios más icónicos de la ciudad, pero que a su vez concentra un sinfín de problemáticas.
Juan Fernando Ospina, director del periódico Universo Centro, vive en y del centro desde hace varios años. A su parecer, es posible vivir y disfrutar de éste. «Hay diversidad y es un lugar que te sorprende en cada esquina. Un sitio donde uno se puede sorprender en cada calle es un sitio en el que hay que vivir«, indicó.
No obstante, reconoció que no todo es color de rosa. «Lo que más afecta al centro es la inseguridad. Medellín es una ciudad que vive dentro de la ilegalidad y eso se ve mucho más plasmado en el centro, donde hay mayor concentración de habitantes», precisó.
Tal punto de vista lo comparten las autoridades. La Candelaria es la comuna que mayor número de homicidios registra según cifras de la Policía, además de tener altos índices de hurto y extorsión, los dos delitos con mayor recurrencia en la capital antioqueña. Esas dinámicas, a todas luces negativas, son propias de todos los centros del mundo, precisó Iñaki Ábalos, arquitecto reconocido en el ámbito internacional.
No obstante, más allá de la seguridad, Ábalos señaló que hay problemas de fondo mucho más graves. «Los centros han sido objeto de dos agresiones muy grandes: primero, la especulación urbana de situarse en un mejor ambiente inmobiliario, y segundo, los carros. Pero la cultura ha cambiado. Por ejemplo, cada vez hay más reivindicación del transporte público y jóvenes que renuncian a la posibilidad de depender de un vehículo», mencionó.
En lo que refiere a movilidad, para Ospina es vital darle espacio al peatón, quien en última instancia es el más afectado por el elevado número de carros y los niveles de contaminación. «Hay que hacer del centro un espacio para caminar y sacarle los carros. Ya vimos lo que está pasando en temáticas como la del medio ambiente. Las calles del centro no son muy amplias porque es un trazado antiguo y sería muy oportuno sacar tanto carro, por mejorar la movilidad y el cuidado del medio ambiente», dijo.
En definitiva, darle prioridad al peatón y al transporte público, reinventar el negocio inmobiliario en el centro y dar garantías de seguridad, son los primeros pasos para recuperar el «espacio de todos».
Optimismo de cara al futuro
Para muchos, caminar por el centro es toda una odisea. No es de extrañar que las periferias de la ciudad (dícese de los barrios y comunas), cada vez sean más ajenas a éste. El término «bajar al centro» denota cuán distante se siente la ciudadanía del espacio céntrico de Medellín.
Por tal motivo, Ábalos considera que es vital aplicar soluciones de mediano y largo plazo en la capital antioqueña. «Las políticas públicas tenían unas prioridades enfocadas en las periferias, pues hay una problemática evidente allí. Pero es muy oportuno volver a mirar al centro, pues es un patrimonio. Tener un centro como el de Medellín es mucho dinero invertido y hay que recuperarlo», puntualizó.
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El cómo es claro: a través de buenas políticas de transporte y espacio público e introduciendo con inteligencia la vivienda en aptas condiciones. «No veo que haya problemas sin solución en el centro de Medellín; hay que ser positivos. Esta ciudad es espléndida y no podemos ser pesimistas», dijo Ábalos.
Así pues, los medellinenses deben estar preparados para la transformación. «El cambio climático tiene un efecto relativo: si no somos optimistas y seguimos polucionando, las consecuencias serán dramáticas. Pero no podemos trabajar con esas hipótesis negativas. Debemos darnos cuenta que las políticas deben cambiar y que en el futuro los cambios serán drásticos«, advirtió el arquitecto.
El centro es un espacio con gran valor patrimonial, cultural e histórico. Pese a los índices negativos que posee en seguridad, cabe destacar que es un escenario económico único en Medellín, a la vez que sigue siendo la comuna con mayor concurrencia de la ciudad, con cientos de miles de visitantes cada semana.
