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El recorrido, Do Not Say The Name, sale semanalmente a las 9:00 a.m. del Parque Lleras.
En pleno 2016 una joven YouTuber salió a las calles de Rusia a preguntar qué sabían en ese país de Colombia. La gran mayoría lo sigue relacionando con el narcotráfico, una imagen que sin duda se propagó desde los tiempos de Pablo Escobar y que, más de 20 años después, sigue siendo un estigma que termina convirtiéndose en la piedra en el zapato de una nación con muchas más cosas por mostrar.
No en vano, extranjeros llegan a Medellín preguntando por un “mal llamado” narcoturismo, llenos de mitos y preguntas tan fantasiosas que no permiten que se concentren en lo verdaderamente importante para conocer. De ahí, que un empresario como Julio Casadiego haya querido dar a conocer la verdadera historia que sufrió esta ciudad.
Colombia Travel Operator es la empresa que ofrece Do Not Say The Name, un recorrido para “contar la verdadera historia que padeció Medellín y no para hacer apología de lo que fue Pablo Escobar”, como lo describió su gerente, Julio Casadiego.
Casadiego es un hombre que pasa los 30 años y, por tanto, tuvo que vivir su infancia en medio de la violencia que Pablo Escobar propició en los años 80s. Por ejemplo, en ese entonces, no se explicaba cómo una persona podía ponerle una bomba a una empresa telefónica sólo para desviar los rastreos…
Y esa salvedad se hace para aclarar que Do Not Say The Name no es un tour que quiera homenajear a Escobar, sino que por el contrario y como lo cuenta el guía del recorrido a esos extranjeros, ese hombre se encargó de ponerle más de 250 bomba a este país, llenó a los ciudadanos de temor y zozobra, utilizó métodos tan macabros para deshacerse de sus enemigos, que no se sabe con exactitud cuántas son las víctimas mortales que dejó.
El recorrido empieza por el Edificio Mónaco, ese desde donde operaba toda la estructura del Cartel de Medellín y que tenía un sistema de comunicaciones que no podía tener ni el Gobierno en ese entonces. Tan avanzado, que quedó casi intacto después de la bomba que le pusieron en medio de la guerra…
Seguido, se visita Jardines de Montesacro, donde se encuentra enterrado el capo y su familia. El guía cuenta que es un lugar concurrido todo el día y principalmente por extranjeros, como los hinchas del Cerro Porteño que llegaron ese día a fumar sobre la tumba antes del partido que el equipo tendría frente al Medellín.
Hasta ahí se habla de quién fue Pablo Escobar, lo que hizo y cómo murió, porque el verdadero protagonista en este recorrido es el cambio de Medellín, la resiliencia, la transformación y la innovación, por eso se habla de cómo el paisa cada vez más logra superar la época de sangre.
El recorrido continúa por el Parque San Antonio y llega a su parte más importante: La Comuna 13, la mejor muestra una comunidad que ha aguantado, que ha luchado y que hoy utiliza su historia para evitar que se repita, por medio del talento artístico de los jóvenes.
Las escaleras eléctricas, los grafitis con mensajes de los jóvenes que manifiestan su resistencia, el talento emprendedor de quienes ofrecen delicias a los turistas y la sonrisa que no se le ha borrado a la gente, son el mejor testimonio que puede tener un turista para llevarse la mejor imagen de Medellín y finalizar un recorrido que deja claro que Pablo Escobar es parte del pasado de esta ciudad y cada día se trabaja para mostrar lo positivo que siempre se ha tenido.
