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La emergencia fue ocasionada por una avalancha en zona rural del departamento del Huila.
Miles de peces muertos se aprecian en fotografías tomadas en diferentes municipios de Huila, Tolima y Antioquia en la ribera del río Magdalena, debido a la falta de oxígeno disponible al interior de las aguas de uno de los afluentes más importantes del país.
Entre las especies afectadas, según Javier Ovalle, profesional de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca -Aunap-, se encuentran el blanquillo y el bagre, especies de amplio consumo en todo el país.
Así pues, en varios municipios del país, como Puerto Berrío, Puerto Boyacá y Honda, se ha podido apreciar una considerable cantidad de pescados muertos o, en algunos casos, moribundos, flotando en el agua, por lo que cientos de pescadores han decidido capturarlos para su comercialización y consumo.
Ante la dinámica, expertos han señalado los problemas que pudiera acarrear el consumo de estos animales y, especialmente, las soluciones que se le pueden dar a la problemática.
«Muchos de estos pescados son capturados moribundos. A los que ya están muertos es oportuno que las autoridades sanitarias verifiquen que no estén en estado de descomposición antes de que salgan a la venta», apuntó Ovalle, quien advirtió que, sin los controles oportunos, esta emergencia «fortuita» podría convertirse en un problema de «salud pública».
Asimismo, exhortó que se debe eliminar la barrera del tamaño del pez del Magdalena para entrar en el mercado (en el bagre aproximadamente de 80 centímetros y en el blanquillo 45), con el fin de que la mortandad de peces no afecte en gran manera al ecosistema y pueda aprovecharse los animales muertos para el consumo.
