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La funcionaria Dilma Rousseff venía enfrentando un proceso de meses atrás que la había alejado de su cargo y que ahora la deja destituida como presidenta.
Para darle punto final al proceso Impeachment en Brasil, que investigaba irregularidades fiscales en la presidencia de ese país, el Senado votó por la destitución definitiva de Dilma Rousseff, con 61 senadores a favor y sólo 20 en contra, lo que da por destituida a la funcionaria, pues para salvar el cargo del que estaba alejada desde el mes de mayo de este año, necesitaba mínimo 52 votos de apoyo.
A pesar de la destitución de su cargo, Rousseff no perdió sus derechos políticos, es decir, la primera mujer en gobernar Brasil, y ahora expresidente, tiene la posibilidad de volver a ejercer cargos públicos y postularse a candidaturas.
Cabe resaltar que Rousseff fue destituida de su segundo periodo de mandato, el cual había comenzado en 2015, es decir, estuvo al frente del país durante cinco años, desde el 2011. Ahora, Michel Temer asumirá la presidencia hasta 2018, un cargo que ya venía ocupando desde mayo.
En su defensa, las últimas declaraciones públicas que se han escuchado de la apadrinada de Luiz Inácio Lula da Silva , fueron las que dio este lunes, en donde precisó lo siguiente: «Como todos, tengo defectos. Pero entre mis defectos no están la deslealtad y la cobardía. No traiciono los compromisos que asumo (…) No lucho por mi mandato por vanidad o apego al poder, lucho por la democracia y por el bienestar del pueblo”.
