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Al-Shabab, rama de Al Qaeda, estaría detrás de los hechos.
Al menos 300 personas han muerto a causa de un doble atentado con explosivos en Mogadiscio, la capital de Somalia, que haría parte de una respuesta terrorista como oposición al gobierno actual de dicho país, uno de los más pobres del planeta.
Además, según la información preliminar de las autoridades, por lo menos 300 personas se encuentran con heridas, algunas de gravedad, por lo que la cifra de víctimas mortales pudiera aumentar en las próximas horas.
Ibrahim Mohamed, responsable policial de la zona donde ocurrieron los hechos, señaló que la mayoría de los cadáveres se encontraban «calcinados, a tal punto de ser irreconocibles», debido a la brutalidad de los ataques.
Los ataques estuvieron dirigidos contra un concurrido mercado de la ciudad, en primera instancia, y luego contra el Hotel Safari, uno de los más exclusivos de la capital somalí, donde al parecer se encontraban reunidas varias personalidades del gobierno.
«Es muy difícil tener una cifra precisa porque los cuerpos de los muertos fueron trasladados a diferentes centros médicos, y algunos fueron retirados directamente por sus allegados para ser enterrados», agregó Mohamed.
El atentado más grave, el del hotel, fue perpetrado con un camión completamente cargado de explosivos que fue ubicado en la intersección de una arteria muy concurrida de la capital, por lo que el impacto del atentado fue devastador: varias cuadras a la redonda, donde se ubican restaurantes, hoteles y sedes del gobierno quedaron en ruinas.
El otro ataque fue perpetrado en un mercado del distrito de Medina, donde también habrían fallecido decenas de civiles.
Hasta el momento, ningún grupo terrorista se ha adjudicado la responsabilidad de los atentados, aunque todo indica que fue planeado y provocado por miembros de Al-Shabab, rama de Al Qaeda en el país africano que busca establecer en Somalia un estado islámico.
Justamente, Somalia vive desde 1991 un grave conflicto interno debido, en gran medida, a la falta de presencia estatal y a las paupérrimas condiciones educativas y de vida del país, que además encabeza la lista de los más afectados por el hambre y las enfermedades de transmisión sexual en el mundo.
Mohamed Abdullahi Mohamed, presidente de Somalia, visitó varios hospitales en los cuales pudo verificar la gravedad del incidente y, además, anunciar tres días de luto nacional por las víctimas fatales de los terribles atentados.
