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La principal motivación para que el Gobierno tomara tal determinación fue las implicación del glifosato para la salud humana.
El presidente Juan Manuel Santos anunció que no reanudará las fumigaciones aéreas con glifosato debido a las consecuencias que traería el herbicida para la salud y un fallo de la Corte Constitucional que le impide tomar una decisión contraria.
En vez de utilizar la aspersión con el químico, Santos indicó que impulsará la erradicación de los cultivos ilícitos mediante la sustitución de las plantaciones manualmente, con el apoyo de las Farc.
«Es necesario un plan integral de erradicación manual de cultivos ilícitos, en el que no se usen químicos que afecten la salud humana y el medio ambiente y este debe contemplar también programas de salud, educación, agua potable y mejores condiciones de vida», precisó el ministro de Justicia, Jorge Eduardo Londoño, quien al igual que en otros sectores hizo eco de las declaraciones presidenciales.
Asimismo, Alejandro Gaviria, ministro de Salud, señaló que «las condiciones que motivaron la recomendación del Ministerio de Salud el año pasado para suspender la aspersión aérea siguen vigentes», por lo que no hay «ninguna razón para tomar una decisión distinta» a la anunciada por el mandatario.
En contraparte, el procurador general de la Nación, Alejandro Ordóñez, apoyó la petición hecha al Gobierno por el fiscal General, Néstor Humberto Martínez, de retomar la fumigación aérea con glifosato para erradicar los cultivos ilícitos en Colombia.
«Esa fue la solicitud que hice desde mayo del año pasado en el Consejo Nacional de Estupefacientes, pidiendo que no se suspendieran las fumigaciones, porque si se suspendían iríamos a nadar en coca y un año después de 40 mil hectáreas pasamos a cerca de 170 mil hectáreas sembradas«, manifestó.
Precisamente, el Fiscal General solicitó a MinJusticia «evaluar la política vigente de erradicación de cultivos ilícitos, examinar la marcha de los acuerdos con las comunidades y considerar explícitamente la conveniencia de reanudar la aspersión aérea«, luego de la decisión del Consejo Nacional de Estupefacientes, en mayo de 2015, de suspender el uso del herbicida por su impacto en la salud y en las fuentes hídricas aledañas a los cultivos.
No obstante, tal decisión cumplía con una orden de la Corte Constitucional de Colombia de detener el uso del herbicida bajo el principio de precaución por posibles daños a la salud por ser potencialmente cancerígeno, según un informe de la Organización Mundial de la Salud -OMS-.
Las posiciones encontradas se dan luego de que el Ministro de Justicia hubiese declarado a medios de comunicación que el consumo interno de estupefacientes creció entre el 30 y el 40 por ciento, teniendo especial incidencia las sustancias psicoactivas.
Sin embargo, el funcionario detalló que la marihuana y la cocaína también se consumieron más en el país, ante lo que mencionó que «la fumigación no es la solución» a la problemática.
