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La caravana con los cuerpos de los fallecidos llegó sobre las 3:40 de la tarde al municipio.
Con un minuto de silencio en honor a los fallecidos, inició la ceremonia religiosa que dio el último adiós al primer grupo de 33 víctimas mortales de la tragedia que enlutó al departamento de Antioquia.
Oficiada por Monseñor Noel Antonio Londoño Buitrago, Obispo de Jericó, el ritual católico recodó a los fallecidos el pasado lunes 18 de mayo a causa de la creciente de la quebrada La Liboriana, que arrasó con al menos 35 viviendas y dejó un amplio número de afectados.
En horas de la mañana, los habitantes del pueblo lavaron y limpiaron las calles de la localidad para abrir paso a la marcha que acompañaría los ataúdes hasta las puertas del cementerio. Todos, congregados para el homenaje, hicieron parte de los preparativos para recibir a los fallecidos.
Entre sollozos y muestras de condolencia, los miles de asistentes a la ceremonia, que se presentó en el parque principal del pueblo, manifestaron su pesar por quienes perdieron la vida en esa madrugada. Familias enteras fueron sepultadas en esta jornada.
Una vez finalizada la eucaristía, se dio inicio a la marcha respaldada por las personas que acompañaron los féretros hasta la entrada del Cementerio San Juan Evangelista. La entrada al lugar estuvo restringida y solo se permitió el ingreso de los familiares de quienes iban a ser sepultados.
La jornada estuvo acompañada por miembros de la policía nacional, quienes garantizaron la seguridad en el sitio, además de funcionario de la Cruz Roja, Icbf, la Secretaría de Salud y Savia Salud, quienes brindaron apoyo psicosocial a los habitantes de Salgar que, durante esta tarde, despidieron a 33 de sus compañeros, familiares y amigos fallecidos.
