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Es la primera vez en la historia del cine en Colombia que una película local logra estar nominada a la estatuilla más preciada, el Oscar.
No esperen que este artículo diga que Sofía Vergara se equivocó y que Ciro Guerra sí se llevó el galardón. El país sabe que El Abrazo de la Serpiente no se trajo la estatuilla, pero sí trajo un paso agigantado en el proceso de fortalecer la industria del cine colombiano. Y esa es la mayor ganancia que deja la nominación al Oscar.
¿Recuerda el año 2000, cuando Alejandro González Iñárritu apenas estrenaba su ópera prima? El mexicano realizó su primer largometraje, Amores Perros, protagonizado por Gael García Bernal y fue nominado al Oscar a Mejor Película Extranjera, aunque ese año no logró llevarse el galardón. Hoy, 16 años después, es el cineasta mexicano más importante en Estados Unidos, el primer latino en llevarse el galardón de Mejor Director por dos años consecutivos.
Y ¿por qué mencionar este hecho? Pues bien, así como lo hizo en sus momento Iñárritu, Ciro Guerra logró atraer los ojos críticos del cine de Hollywood hacia su carrera con la nominación al Oscar, de hecho ya tiene sus primer contrato en esa industria para hacer su primera cinta en habla inglesa.
En esa medida Colombia va ganando y no sólo en los Oscar, sino en los diferentes premios y festivales en los que han participado diferentes cintas colombianas como La Tierra y la Sombra, Gente de Bien, entre otras, y por supuesto, El Abrazo de la Serpiente que, con su fotografía, guión, apuesta por contar una historia sensible ante el mundo en diferentes lenguas y complejidad de opacar, “magníficamente”, el verde amazónico en una escala de grises, demostró no sólo que en Colombia se hace cine, sino que es de calidad.
Para Óscar Fonseca, director del Festival Internacional de Cine de Santander, el simple hecho de estar nominados significa un hito para la historia del cine en Colombia y un reconocimiento, no sólo para el equipo de El Abrazo de la Serpiente sino, para todos los cineastas que han venido trabajando en la industria del país en los últimos años, pues considera que este reconocimiento es el resultado de diferentes esfuerzos que han abierto el camino.
Además, aseguró que ve un momento clave después de esta nominación para fortalecer la industria del cine colombiano, ya que con el Oscar más cineastas mirarán hacia el país.
También hay quienes creen que la sola nominación le daba a Colombia todas las ganancias que podía sacar del Oscar, pues “un premio no cambia radicalmente nada, por importante que sea”, según lo expresó Jerónimo Rivera, docente investigador de la Universidad de La Sabana.
“Ganar el Oscar sería importante para Ciro Guerra y su productora, es importante para el cine colombiano en la medida en que el mundo sabe que en Colombia se hace cine, que ya lo sabía desde la nominación. Pero el premio no hace un cambio significativo, realmente es un paso más en una serie reconocimientos muy importantes que se han tenido desde hace unos años, como la participación en premios y festivales internacionales de primer nivel y de coproducciones con otros países, pero que finalmente todos ellos sumados son los que permitirán que se pueda hablar de una industria del cine colombiano o no”, dijo Rivera.
Triunfadora en contra de toda adversidad
El Abrazo de la Serpiente se convirtió, sin quererlo, en una obra preciada para el mundo entero. Años atrás, cuando Guerra decidió hacerla, sólo quería descubrir el Amazonas y contar la historia de los nativos indígenas desde su punto de vista y no desde el de los exploradores. Un proceso que, confesó, casi lo vuelve loco.
No se volvió loco, y su esposa, aunque con dudas en un principio, decidió acompañarlo en un proyecto que fue poco viable para muchas casas productoras a las que les tocaron la puerta. Pero como bien lo han demostrado los rebeldes, el éxito está en quienes se atreven a desafiar las reglas. No en vano Colombia tuvo su primera película nominada a un Oscar gracias a una cinta que para muchos fue una locura.
Y es que viajar a internarse en la selva del Amazonas por varias semanas, convencer a una tribu de indígenas reacia para que protagonizara una película, y cargar con cientos de kilos de aparatos técnicos entre rocas resbaladizas, pantanos, un inmenso río y muchos más obstáculos, no era algo que a simple vista resultara muy prometedor.
Sin embargo, una vez allí, después de años de lucha para lograr un guión y patrocinio, el equipo de El Abrazo de la Serpiente le pidió permiso a la selva para hacer la película y además pidieron la protección de los ancestros nativos. Y como lo dijo Gallego, la protección ha sido como una bendición que aún perdura y que tiene gran crédito en la nominación que deja muchas ganancias y enorgullece a los colombianos.
