Se debe exigir claridad y mínimos de justicia en la Habana

En la Habana se deben exigir mínimos de justicia para garantizar que la paz sea sostenible en Colombia por lo que hay puntos que se deben aclarar y merecen una discusión nacional.

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El comandante de las Farc, Iván Márquez y el representante del Gobierno colombiano, Humberto de la Calle se saludaron al concluir la lectura de una declaración conjunta de ambas partes. Miércoles 3 de diciembre de 2014. Foto: CORTESÍA cortesía www.info7.mx.

Muchos sectores políticos en el país han anunciado que estamos en la recta final del proceso del fin del conflicto con las Farc, y ante esto hay algunos puntos que deben ser considerados para poder votar el plebiscito a consciencia.

Uno de estos puntos es el famoso artículo 60 que cita el Centro Democrático en el que según este partido político, se manifiesta que con el solo hecho de confesar las penas, los criminales de lesa humanidad no pagarían penas privativas de la libertad.

En Colombia debe existir una pena de cárcel para estos crímenes, eso sí, dentro del marco de la justicia transicional en el que se paguen al menos unos mínimos, ¿Por qué? Porque al menos debe existir la sensación de justicia, ya que al no haberla, se corre el riesgo de que algunos grupos se tomen la justicia por sus manos, y esto hace que la «paz» no sea sostenible, y entraríamos en una nueva época de violencia similar a la de los años 90.

Asimismo, desconfío mucho del trato que se le quiere dar a los militares, especialmente con el mismo asunto, pues si llegan a confesar penas y crímenes, no pagarían cárcel ¿Qué significa esto? Que podrían meterle culpas a los militares que no cometieron, pero por acogerse a este beneficio, terminarían confesando, lo cual podría ser un lavadero de consciencia para las Farc, dándole legitimidad política mal ganada a este grupo terrorista, e igualmente acudo al argumento de la sensación de justicia así sea dentro del marco de la justicia transicional.

De igual forma se debe explicar la relación Farc – Bacrim, y especialmente en el tema de drogas, pues aunque hayan cesado las hostilidades militares considerablemente, la renta criminal de las Farc no se ha detenido, es decir, siguen delinquiendo especialmente bajo la modalidad del narcotráfico, y hay que recordar que Colombia desde el año pasado volvió a ser el producto de coca más grande del mundo, por lo que debe haber claridad sobre la responsabilidad de las Farc, ya que sería bastante ingenuo pensar que este grupo subversivo haya dejado de traficar con alucinógenos.

Reparación de las víctimas 

De otro lado, las Farc han manifestado en diferentes ocasiones que no tienen dinero (cosa que no les creo en lo más mínimo) ¿Y entonces cómo van a reparar a las víctimas? Iván Márquez ha dicho en diferentes ocasiones que el pueblo colombiano, con nuestros impuestos, debemos repararlos, y eso es, tácitamente, negar cualquier tipo de responsabilidad, y eso sí que es un acto cínico e irresponsable con las víctimas, y eso qué el Gobierno manifiesta que este proceso se centra en ellas.

Además ante la nueva ley de EEUU, se deben blindar a los campesinos de una posible extradición a ese país, pues el gran afectado del conflicto ha sido el campo, en el que sus habitantes se han visto obligados por la necesidad o por presión de paramilitares y guerrilleros, a cultivar la hoja de coca, y ellos más que nadie deben tener garantías de que no se los lleven a pagar condenas en Estados Unidos.

Finalmente, dentro del esquema democrático en el que estamos, debe haber garantías para el SI y para el NO, ya que esa fue la promesa de Santos, y para eso se necesita pedagogía no propaganda como lo ha hecho hasta ahora la Presidencia, y en ese sentido, concuerdo con el Procurador, Alejandro Ordoñez, respecto a que funcionarios del Estado no podrían hacer política con el plebiscito, pues se estarían violando las garantías.

En este sentido no me parece justo el calificativo «enemigos de la paz», ya que quienes tenemos nuestras diferencias y reservas con este proceso no estamos llamando a la guerra como muchos falazmente lo han sindicado o insinuado, como el mismo senador Roy Barreras, siendo esto una muestra de violencia política y ante estas acusaciones no he escuchado a los sectores democráticos manifestarse, sino que al contrario alimentan estos señalamientos y por ende la insana polarización que vivimos en estos momentos tan álgidos y sin la cual no podría haber una verdadera paz.

Acerca de César Betancourt Restrepo

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Profesional en Comunicación y Relaciones Corporativas, Magister en Comunicación Política y Empresarial, escritor y periodista.

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