Discutir la entrega de armas, el paso definitivo de las Farc hacia la paz

Se busca concluir lo antes posible con los dos aspectos que faltan: el reconocimiento y reparación a las víctimas y la dejación de armas y desmovilización.

Foto: Cortesía
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Tras decenas de ciclos y crisis, la guerrilla de las Farc parece haber dado el paso definitivo hacia la paz con el Gobierno colombiano al asegurar que está lista para discutir la dejación de armas y, con ello, perfilar su conversión en partido político.

El anuncio, hecho este jueves en La Habana por el jefe negociador de las Farc, Luciano Marín Arango, alias «Iván Márquez», ha pillado por sorpresa a no pocos en Colombia, donde la crisis con Venezuela y los escasos avances registrados recientemente en los diálogos con esa guerrilla han restado atención al proceso.

Sin embargo, después de que Iván Márquez haya dicho que están listos para «abordar y discutir» los procedimientos para el «tránsito de organización alzada en armas a movimiento político abierto», la idea de una paz cercana ha vuelto con fuerza.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) han asegurado que ya han entregado «un paquete de propuestas básicas que esperan conclusión» a los negociadores del Gobierno, que en este apartado, el último para firmar un acuerdo definitivo, están asesorados por una subcomisión compuesta por militares.

Aunque esta intención debe concretarse en próximas rondas de reuniones, solo mencionarla en voz alta hace que la idea del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, de firmar este año un acuerdo que acabe el conflicto con esta guerrilla sea más posible.

El propio Santos ratificó esta previsión hace diez días en un coloquio en Bogotá con el expresidente del Gobierno español José María Aznar.

«Yo todavía aspiro a que eso que dije a principio de año se pueda cumplir, yo creo que se debe cumplir», declaró.

Para conseguirlo se están acelerando las negociaciones porque según el mandatario «el tiempo se convirtió en un elemento determinante» y la paciencia de los colombianos y «del propio Gobierno» no es infinita.

«No puede haber paz sin desarme, las Farc no pueden hacer política sin desarmarse, esa es una de la líneas rojas que hemos puesto. Tienen que desarmarse», enfatizó Santos en el diálogo con Aznar.

Así las cosas, se busca concluir lo antes posible con los dos aspectos que faltan, el reconocimiento y reparación a las víctimas, que se debate desde mediados de 2014, y la dejación de armas y desmovilización por parte de los guerrilleros.

También deberán ultimarse los detalles de los preacuerdos alcanzados en lo referido a propiedad de la tierra, participación política y erradicación de cultivos ilícitos.

Acerca de ElPalpitar.com y EFE

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