“Ofrezco sinceramente perdón a todas las víctimas del Conflicto”: Rodrigo Londoño

En una histórica ceremonia llena de novedades, Juan Manuel Santos y Rodrigo Londoño firmaron la paz del país, el fin de un conflicto de más de 50 ños.

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Juan Manuel Santos le dio su prendedor de paloma de la paz al líder de las Farc. Foto: CORTESÍA PRESIDENCIA.

“¡Cesó la horrible noche!”, exclamó fuertemente y con lágrimas en los ojos el presidente Juan Manuel Santos . Hoy, cientos de víctimas del conflicto armado en Colombia, de una guerra de más de 50 años, del conflicto más largo del Hemisferio Occidental, le dieron más que nunca el sentido correspondiente al himno nacional.

Cartagena, la hoy llamada ciudad de la paz, fue escenario para que más 2.500 personas, entre jefes de estado, víctimas del conflicto, el equipo negociador del Gobierno y el de las Farc, presenciaran el histórico hecho que deja atrás la guerra del país, la firma de unos acuerdos que durante años se debatieron en La Habana, Cuba.

“Así no es Santos, así no es”, le decía Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”, al jefe de Estado de Colombia en el año 2011, reprochando la abatida del líder guerrillero de las Farc “Alfonso Cano”. Hoy, 26 de septiembre de 2016, le dijo: “Presidente, con emoción patriótica digo, este sí era el camino indicado, así sí era”.

Por más de media hora, Londoño se expresó con la que, según él, será la única arma de las Farc de ahora en adelante: La palabra. En su discurso tuvo agradecimientos a Santos, a los diferentes países colaboradores en el proceso, pero sus palabras más conmovedoras fueron las siguientes: “En nombre de las Farc EP, ofrezco sinceramente perdón a todas la víctimas del conflicto por todo el dolor que hayamos podido causar en esta guerra”.

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Foto: CORTESÍA PRESIDENCIA.

Expresó que se compromete a cumpllir con lo pactado, pero también fue enfático en expresar que “nadie ha renunciado a sus ideales” y que seguirán trabajando por ellos, aunque ya no será “desde la clandestinidad”.

Cuando finalizaba su discurso, un avión militar lo tomó por sorpresa y en su rostro se alcanzó a ver la angustia, quizás rememorando los días en los que los bombardeos los penetraban al interior del la selva… “Esta vez vinieron a saludar la paz y no a descargar bombas”, dijo Londoño, a lo que Santos contestó: “Efectivamente esos aviones eran un saludo a la paz”.

Por su parte, Juan Manuel Santos subió emocionado a tomar la palabra y no ocultó las lágrimas de felicidad tras alcanzar uno de los objetivos por los que ha luchado en los últimos años: La firma de la paz con las Farc.

Lo que firmamos hoy es una declaración del pueblo colombiano ante el mundo de que nos cansamos de la guerra”, expresó el presidente, quien también admitió que el fin del conflicto no es la solución a todos los problemas de la nación, pero que sí permitirá destinar más fuerzas y recursos a ellos.

A las Farc, los felicitó por “cambiar las balas por lo votos, las armas por las ideas”, aunque reconoció que posiblemente nunca estará de acuerdo con ellas, pero que sí luchará porque ejerzan sus derechos democráticos.

Así, Colombia da un paso más a la consecución total de la paz, a la espera de la respuesta que den los colombianos en las urnas este domingo, 2 de octubre, en donde el plebiscito podrá aprobar o no, los acuerdos de La Habana.

En diferentes ciudades, las víctima y demás colombianos se reunieron con actividades específicas en torno a la paz, como la proyección de la ceremonia en pantallas gigantes. En Medellín, el Parque del Poblado, el Teatro Pablo Tobón Uribe y la Universidad de Antioquia, fueron algunos de los lugares en donde hubo congregación.

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Concentración a las afueras del Teatro Pablo Tobón Uribe. Foto: CORTESÍA.

Acerca de Wendy Restrepo Guzmán

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Siempre estoy pensando en ideas descabelladas y lo mejor es que siempre encuentro un cómplice que me ayuda a realizarlas. Me apasiona descubrir que internet es un mundo aparte, lleno de novedades... Soy 100% música, amo el teatro y valoro a todo aquel que se anima a hacer arte. Me agrada casi todo el mundo, menos esos que se creen críticos y sólo son criticones, ¡esos no!

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