Defensoría del Pueblo ganó tutela para proteger a indígenas del Quindío

Los 120 indígenas habitan una zona de riesgo que ha sido paulatinamente intervenida.

Foto: Cortesía OIA
Foto: ARCHIVO

Un fallo del Tribunal Administrativo del departamento de Quindío, dictaminó la reubicación de 120 indígenas de la etnia Embera Chamí, víctimas del conflicto armado, asentados en una zona de riesgo en Quimbaya, Quindío.

La Defensoría del Pueblo del Quindío fue quien entabló una acción de tutela, para exigir los derechos vulnerados de esta comunidad y además solucionar los diferentes problemas que se les han presentado, como falta de atención urgente para salud, alimentación, vivienda y el retorno a sus lugares de origen.

Piedad Correal, defensora del Pueblo en ese departamento, aseguró que “recibimos muchas quejas de esta comunidad, por esto realizamos un trabajo en terreno para verificar la situación de estos indígenas y nos dimos cuenta de que vivían en condiciones muy precarias”.

Las 19 familias de indígenas, habitantes del barrio Buenavista en Quimbaya, habitan en una zona de alto riesgo por deslizamiento, viven en cambuches de guadua con piso de tierra, sin puertas, además pueden adquirir afecciones respiratorias e infecciosas y debido a sus problemas de pobreza extrema, solo logran alimentarse una vez al día, por lo que la desnutrición es una enfermedad habitual.

Según el reporte de la Defensoría, se encontró que la mayoría de los niños y mujeres gestantes no poseían documentos de identidad, por esto “se le dijo a la Registraduría que debían identificar a cada una de estas personas de una manera gratuita, y la semana pasada en una mesa de trabajo verifiqué que esto ya se cumplió”, aseguró la Defensora del pueblo de Quindío.

Por su parte, el ICBF instaló por orden de este tribunal,  un hogar comunitario en beneficio de la población indígena A su vez, las Secretarías de Salud departamental y municipal, también por dictamen de este órgano de control, les dieron un traductor de su lengua nativa para eliminar las barreras de acceso relacionadas con el idioma y  la Secretaría de Educación Departamental nombró para ellos un docente etnoeducador. Por lo que la Defensora del Pueblo de Quindío, argumentó que «se les ha brindado una atención integral»

La señora Correal, igualmente, afirmó que desde su despacho seguirán vigilando el cumplimiento de estos mandatos, para que la comunidad indígena habite en un entorno adecuado y aún falta que las 19 familias sean reubicadas.

“Ellos pidieron no volver a Pueblo Rico, Risaralda (su lugar de origen) por cuestiones de seguridad y se espera que sea un lugar con las condiciones mínimas para su supervivencia, donde puedan practicar su actividad económica, la agricultura”, finalizó la Defensora.

Acerca de Johana Betancur Zapata

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Comunicadora social y periodista de la Fundación Universitaria Luis Amigó. Dios, mi familia y mi carrera profesional son lo más importante en mi vida. Cinéfila, melómana, con excelente retentiva, soñadora y muy risueña.

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