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La Defensoría del Pueblo ya trabaja en las garantías para el retorno de los indígenas.
Más de 600 indígenas de ocho comunidades del Alto Baudó, departamento del Chocó, completaron un año desterrados de sus resguardos, luego de quedar en el fuego cruzado por enfrentamientos entre las autoridades y las guerrillas.
Los indígenas, pertenecientes en su mayoría a las comunidades de Puerto Indio, La Nueva Esperanza y Puerto Tomás, acusan problemas de salud, específicamente cuadros de diarrea manifestados por menores de edad, debido al consumo de agua contaminada.
Javier Arrieta, presidente de la Federación de Cabildos Indígenas del Chocó, manifestó que “las comunidades aún no pueden regresar a la zona, pues el Ejército no entrega las garantías de seguridad necesarias”.
Por su parte, representantes de la Defensoría del Pueblo confirmaron estar enterados sobre el caso, y ya trabajan en solicitar a las autoridades normalizar la situación y garantizar la seguridad en los resguardos.
