Desmantelan ocho laboratorios de drogas de las Farc en el Pacífico y Antioquia

En el área de la operación no se presentaron enfrentamientos, según la Policía

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Foto: ARCHIVO. No corresponde a la realidad de la noticia.

La Policía, la Armada y la Fuerza Aérea, destruyeron siete laboratorios para la producción de base de cocaína en el Pacífico y uno en el departamento de Antioquia, informaron este martes fuentes oficiales.

«Los narcotraficantes, aprovechando las dificultades climáticas, construyeron un centro de producción de alucinógenos, muy cerca a la desembocadura del río Naya y donde convergen los departamentos de Cauca y Valle del Cauca», señala el comunicado de la Policía.

Estos laboratorios producían media tonelada de base de cocaína a la semana, mientras que el localizado en el municipio de Sabanalarga, Antioquia tenía capacidad para producir 500 kilos mensuales.

Cada laboratorio de la zona del Pacífico estaba compuesto por construcciones rústicas de madera y plástico acondicionadas para albergar hasta cincuenta personas y en ellos fue incautado abundante material para el procesamiento de cocaína.

«En los complejos fueron hallados 19 kilos de base de cocaína en solución, 545 galones de insumos líquidos, 95 kilos de cal, 50 kilos de cemento gris y 50 kilos de sulfato de amonio», detalla el comunicado con referencia a los laboratorios del Pacífico.

Las autoridades señalan que fueron seis meses de investigación para dar con el complejo del Pacífico que presuntamente pertenecía al frente 30 de las Farc.

En el área de la operación no se presentaron enfrentamientos ya que según la Policía, los guerrilleros encargados de custodiar este complejo cocalero «prefirieron huir».

Mientras que en el operativo en el municipio de Sabanalarga fue capturado alias «El Tito», presunto integrante del frente 36 de las Farc, quien tenía a cargo la custodia de la zona para la producción de droga.

Con EFE.

Acerca de Andrés Felipe Bustamante Restrepo

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Comunicador social - educador. Dios, familia, amigos. Interesado en el proceso de paz, en los deportes y en vivir en armonía. Poco comunicador, muy periodista. Me gusta saber sobre la historia de la Colombia violenta, no por apología, más por entender el porqué de todo este complot violento en el que vivimos inmersos los colombianos del común. Creo en lo que se hace bien, como diría un maestro: “no se mate haciendo las cosas, hágalas bien”. No hay que morir en el intento, hay que hacerlo.

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