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Mientras que uno fue asesinado por sicarios cuando se encontraba en un taller de motos, el otro fue hallado sin vida y con lesión en el cuello por arma blanca al interior de un apartamento.
Dos hombres fueron asesinados en los barrios Boston, de Medellín, y en Bellavista, de Bello, durante el transcurso de la noche de este lunes, 23 de mayo. Uno murió por arma blanca y el otro mediante ataque sicarial.
El primer hecho se presentó en la carrera 64 con calle 66, a las 6:45 de la noche, en el municipio del Norte del Valle del Aburrá, donde fue asesinado Anderson Yordany Ramírez Agudelo por varios disparos propinados por dos sujetos quienes se movilizaban en una motocicleta.
Según testigos, la víctima se encontraba en un taller de mecánica cuando se le acercaron dos sujetos en una motocicleta marca Yamaha BWS, los cuales portaban cascos en sus cabezas, sacaron un arma de fuego tipo pistola y dispararon en repetidas ocasiones contra su humanidad.
De inmediato fue llevado a la Clínica Rosalpi del mismo municipio, pero llegó sin signos vitales, mientras que los sujetos responsables del ataque huyeron del lugar con rumbo indefinido. Al parecer, el hombre ya había sufrido un atentado y había recibido varias amenazas de muerte.
El segundo caso se presentó al interior de un apartamento ubicado en la calle 50 con carrera 38, en el centro de Medellín, donde fue hallado sin vida Jonathan Bustamante, de entre 20 y 25 años de edad, quien fue asesinado con arma blanca.
Según autoridades, el aviso lo dio su compañero sentimental, quien se encuentra recluido en la cárcel de Bellavista y llamó a vecinos del apartamento porque no había tenido contacto con él, por ello fueron hasta la vivienda para averiguar sobre el inquilino.
Sin embargo, la puerta se encontraba entre abierta y al entrar a la residencia encontraron a Bustamante sin vida y con una herida por arma blanca en el cuello. Inmediatamente se dio aviso a las autoridades sobre este homicidio.
La Policía al indagar con vecinos, estos relataron que el joven se mantenía entrando muchachos y muchachas a la vivienda, que hacía fiestas hasta altas hora de la madrugada y que no se dieron cuenta de los hechos ni escucharon ninguna riña.
