Víctimas del conflicto armado se graduaron como técnicos laborales

Tres mil 835 víctimas del conflicto armado se han formado en sectores como Servicios de Call Center, Confecciones, Calzado Software y Soldadura.

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Como Técnicos Laborales en el área de BPO & Call Center, se graduaron 367 personas víctimas del conflicto armado quienes hacen parte del programa Rutas Integrales de Empleo Rural y Urbano, programa que cuenta con el acompañamiento de psicólogos y procesos de prevención de la violencia de género y la posibilidad de validar el bachillerato.

«Hemos identificado las barreras que encuentra la población víctima para ser competitiva en el mercado laboral. Este es el énfasis de nuestro programa, el cual tiene en cuenta las particularidades de la población, del territorio y las necesidades del sector privado, generando así una formación pertinente y humanizada», señaló el coordinador del Grupo de Equidad Laboral, Luciano Perfetti Villa.

Procesos de formación similares se han adelantado en Pereira, Manizales, Bucaramanga y Montería, y se dan en el marco de la Ley de Víctimas, que específica que el Ministerio del Trabajo tiene la responsabilidad de «diseñar, coordinar y realizar el seguimiento a los programas y proyectos especiales para la generación de empleo rural y urbano que apoyen el auto-sostenimiento de la población víctima del conflicto armado», como medida de reparación.

Para tal efecto, el Ministerio desarrolló una política pública que como primera medida, diferencia lo Urbano de lo Rural y tiene en cuenta las condiciones socio-laborales de las víctimas, el potencial productivo del territorio y un marco de alianzas público-privadas que garantiza la pertinencia de los programas.

Para las vigencias 2013, 2014 y 2015, el Ministerio del Trabajo ha contado con la ayuda del Programa de Transformación Productiva de Bancoldex, la UARIV y el DPS, con quienes se adelantó un proceso de identificación de necesidades de mano de obra calificada en el sector productivo de varias ciudades del país.

Con el análisis arrojado tras este proceso, se busca posteriormente desarrollar programas de formación que complementan la oferta actual del SENA y logran incluir a la población víctima del conflicto armado en el mercado laboral.

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