A pesar de que Beyoncé fue la más nominada en la edición número 59 de los Grammy, Adele fue la que arrasó con los galardones y premios más importantes.
El Staples Center de Los Ángeles fue el escenario perfecto para una noche llena de música, mensajes, diversión y, por supuesto, muchos reconocimientos. La edición número 59 de los Grammy premió lo mejor del mercado anglosajón, una velada en la que la más victoriosa fue Adele, no sólo por sus galardones, sino por los aplausos a sus interpretaciones.
La artista británica se llevó cinco galardones a casa en la noche de los Grammy, incluyendo los tres más importantes de la velada: Álbum del Año por 25 y Canción y Grabación del Año por Hello. Además, se cobró la revancha de una falla de sonido que tuvo su presentación en vivo el año pasado, inaugurando ésta velada con una majestuosa interpretación de su éxito.
Sin embargo, lo inesperado volvió a suceder… Adele pidió disculpas al público para volver a empezar a cantar cuando interpretaba Fast Love en homenaje a George Michael. “Sé que es televisión en vivo. Lo siento, pero no puedo repetir lo del año pasado”, dijo después de maldecir por lo que había sucedido.
Ella, desconcertada. El público, maravillado la ovacionó porque a la segunda hizo una brillante interpretación. “Me disculpo por las malas palabras. George Michael, lo amo, significa mucho para mí, disculpen si ofendí a alguien”, expresó la cantante minutos después cuando recibía uno de los galardones que ganó.
Otros de los más ganadores de la noche más importante de la industria fueron David Bowie, Chance The Rapper y Beyoncé, la más nominada de la edición con nueve candidaturas y que dio uno de los shows más ovacionados, pues lo hizo en honor a las mujeres embarazadas. De hecho, las palabras de Adele para recibir sus gramófonos estuvieron dedicadas a la diva afroamérica y a su maternidad, hasta el punto de sacarle las lágrimas.
Además de premiaciones, sobre el escenario hubo derroche de talento con diferentes prestaciones, como la de The Weeknd, quien tocó Starboy y I Feel It Coming junto a Daft Punk; Katy Perry presentó su último sencillo en vivo promoviendo un mensaje de “no más odio” y Bruno Mars y Morris Day rindieron tributo a Prince.
Y por supuesto, la presentación más esperada de la noche fue la actuación de Metallica junto a la artista pop Lady Gaga, que fue todo un despliegue de energía, pero que lastimosamente también tuvo fallas técnicas, cuando al vocalista de la banda le falló el micrófono.
De los Grammy se esperaban muchos comentarios políticos por la situación actual que vive el país, pero en realidad fueron muy pocas las intervenciones. El Presidente de la Academia pidió al Gobierno mejores leyes para hacer música y el show de Tribe Called Quest, Busta Rhymes and Anderson Paak sí estuvo cargado de un performance en contra del muro que Donald Trump quiere construir y con apariciones de musulmanes, que al final pidió “resistencia, resistencia y resistencia” en el momento que afronta Estados Unidos.
También hubo artistas que brillaron por su ausencia, como Justin Bieber, Drake y Kanye West, de quienes se dice que no asistieron a esta edición de los Grammy en forma de protesta. Tampoco estuvieron Selena Gómez y Taylor Swift, aunque no se sabe el por qué.
Por el lado latino, los colombianos tenían cuatro oportunidades de ganar por las nominaciones de Sanalejo, Fonseca, Grupo Niche y Shakira, pero ninguno de ellos logró llevarse el anhelado galardón. Los mexicanos Jesse & Joy se llevaron el Best Latin Pop Album por Un Besito Mas.
