Todas las personas quieren tener un espacio en el Centro de la ciudad, donde se puedan movilizar tranquilamente.
“Inseguro”, “peligroso”, “ruidoso”, “descuidado” y “sucio”, son algunas de las expresiones que se escuchan recurrentemente de las personas cuando se refieren al Centro de la ciudad de Medellín en la actualidad. Por esta razón, en el Plan de Desarrollo 2016-2019 se le apuesta a recuperar este espacio haciendo una antítesis de lo que se describió en un principio. Pero, ¿cómo quieren realmente los ciudadanos el Centro?
“Me gustaría ver al Centro como un lugar menos caótico, más verde y menos contaminado e inseguro. El Centro, por su masiva venta, debería cambiar en su idea de movilidad, en lugares comerciales se debería optar por la caminata y bicicleta. El patrimonio cultural se debe dejar intacto”: Miguel Gómez López.
“Me imagino el Centro de la ciudad como un espacio libre de transporte público, en el que se pueda caminar, montar en bicicleta y disfrutar del comercio. Quisiera que se regulen los venteros ambulantes y que los parques sean puntos de encuentro, además que allí se hagan conciertos, obras de teatro y exposiciones…”: Estefanía Vélez Restrepo.
El Centro no siempre fue así
El Centro, como regularmente se conoce por los paisas, es un lugar donde se encuentra el comercio, varias rutas de transporte urbano, pero también se ha convertido en un lugar “de paso” donde la seguridad, principalmente por robos, es compleja. Y aunque no se podría hablar de que es el lugar más peligroso de la ciudad, sí es uno que los ciudadanos evitan.
“Antes ir al Centro era como una aventura, porque era un lugar donde ver novedades, ropa de marca, muy limpio y muy ordenado, había sentido de pertenencia por ese lugar de la ciudad, pero por un asunto de crecimiento ciudadano, la pobreza y la miseria de las gentes e inclusive el narcotráfico ayudó a que este espacio se convirtiera en una plaza de mercado del rebusque”, manifestó el historiador Reinaldo Spitaletta en dialogo con El Palpitar.
Según lo explicado por el historiador, hacia los años 50 del siglo XX existían calles en el Centro con un comercio muy estructurado, donde se encontraba ropa importada, sitios dedicados a la comida internacional, tiendas muy grandes de abarrotes, pero fue hacia finales de los años 70s y de los 80s, con la decadencia del Ferrocarril de Antioquia y el inicio del narcotráfico, que empezó a decaer este lugar, pues muchas personas sin trabajo empezaron a reunirse allí para sobrevivir.
“Aquí se construye y se deconstruye y no hay un respeto o ni siquiera conocimiento por lo que es el patrimonio histórico y cultural. Lo que le ha pasado al Centro es una muestra de la sociedad desigual que tenemos y de la falta de planeación que se presentó y que aún se da en la ciudad”, aseguró Spitaletta.
Así las cosas, los medellinenses desean que este lugar se transforme y vuelva a ser lo que era en los años 50s, pero ¿tiene realmente la sociedad el sentido de pertenencia para preservar los ideales de este lugar?