Los capturados fueron puestos a disposición de las autoridades.
Las autoridades asestaron dos golpes a la delincuencia común en el Valle del Aburrá en las últimas horas, tras capturar a cuatro presuntos miembros de la banda “Las Asturias”, y a cuatro adultos y tres menores de edad, supuestos integrantes de la estructura “La invasión» o «El Volador”.
La captura de los supuestos miembros de “Las Asturias, se efectuó mediante órdenes judiciales en una operación realizada por el grupo de Policía Judicial de la Unidad Nacional de Intervención Policial y de Antiterrorismo -UNIPOL- y la SIPOL, mediante la cual se logró la captura de su cabecilla alias “Bartolo”, de 30 años de edad.
Además, se logró la detención de tres más de sus integrantes, alias “El Negro”, de 21 años de edad; alias “Gustavo”, de 21 años de edad; y alias “Beckham”, de 25 años de edad, todos solicitados mediante orden judicial por los delitos de concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes agravado.
En el lugar de las aprehensiones, realizadas en el barrio Las Asturias del municipio de Itagüí, las autoridades incautaron cerca de siete millones de pesos que, al parecer, son fruto de extorsiones a comerciantes y plazas de vicio del barrio San Pio, en el mismo municipio.
De igual manera, se produjeron las capturas de cuatro adultos (entre 18 y 24 años) y las conducciones de cuatro adolescentes (entre 15 y 17 años), mediante allanamientos en el barrio La Pilarica, quienes al parecer hacen parte de la banda “La Invasión» o «El Volador”, estructura que delinque en la Comuna 7 de Medellín, principalmente en los barrios Pilarica, El Volador, El Progreso y Córdoba, así como el sector La Invasión.
Según investigaciones, los hombres se dedicaban principalmente a la ejecución de hurtos en todas sus modalidades, venta y tráfico de estupefacientes, y cobro de extorsiones. Además, la organización ilegal sería responsable de algunos casos de homicidios.
Asimismo, las autoridades manifestaron que esta banda afectaba a 860 viviendas, locales comerciales, chazas y ventas callejeras, con exigencias extorsivas semanales que oscilaban entre cinco y 50 mil pesos.