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La delegación colombiana se robó los aplausos durante el desfile de atletas que estuvo a cargo de la judoca Yuri Alvear.
El mundo fue testigo de un colorido y emotivo acto de inauguración de los Juegos Olímpicos Río 2016, donde más de 11 mil atletas desfilaron en el estadio Maracaná en un marcado homenaje a la paz, al deporte y al medio ambiente.
El estadio brasileño fue testigo de un hecho sin igual y con un acto que está a la par de las otras ediciones, debido a la temática folclórica y tradicional del país sudamericano que marcó este espectáculo.
Bossa Nova, pasarela, conciertos de samba, desfiles y varias coreografías, marcaron el ritmo de la inauguración, antes de recibir a los atletas que estarán disputando las modalidades deportivas en el gigante portugués.
Posteriormente, los deportistas de 205 países salieron a desfilar entre los aplausos y sorpresa por parte de los asistentes, que fueron testigos de la puesta en escena de diseños, trajes y posturas autóctonas de cada territorio.
Entre ellas la delegación colombiana, con un traje sobrio pero con una chaqueta con el amarillo que siempre caracteriza a los Cafeteros, quienes fueron guiados por la judoca Yuri Alvear.
Entre las delegaciones estuvo el equipo de refugiados olímpicos, un nutrido grupo de diez atletas que tuvieron que huir de sus países para sobrevivir, especialmente la siria Yusra Mardini, abanderada en esta emotiva noche.
Posteriormente y casi en su etapa de culminación, el Comité Olímpico Internacional entregó el premio Laurel Olímpico al presidente del Comité Olímpico Keniata y legendario atleta Kipchogue Keino.
Finalmente y como se acostumbra, se encendió el pebetero olímpico por parte de la medallista de oro Hortencia, quien había recibido previamente la antorcha por parte del tres veces campeón del Roland Garros Gustavo Kuerten.
De esta manera, se da inicio oficialmente a los Juegos Olímpicos con un claro mensaje a favor de la protección del medio ambiente y la paz, un anhelo que al unísono retumbó en todo el escenario deportivo.
