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Nacional fue superior durante todo el encuentro y sumó el trofeo 26 a su vitrina.
Atlético Nacional no tiene techo, venció en calidad de visitante al Junior de Barranquilla y se convirtió en el campeón de la Copa Águila, torneo en el cual demostró que tanto la nómina mixta como la titular tenían hambre de gloria.
Desde el pitazo inicial el conjunto Verdolaga salió a comerse a los Tiburones por intermedio de Miguel Ángel Borja, quien tuvo dos opciones claras el marcador pero el infortunio y las atajadas de Sebastián Viera evitaron la caída.
Sin embargo, las energias y buen juego de los visitantes empezaron a resquebrajar la zona defensiva tras una triangulación Borja Macnelly y Berrío, quienes tocaron exquisito para que Ibargüen pusiera el moño a la primera diana del encuentro.
Con el resultado en la mano, los Verdolagas no dejaron atrás el nivel ofensivo y cada vez más opacaron la actuación del Junior, quien se vio acorralado durante gran parte del encuentro disputado en el gramado de la Arenosa.
El conjunto de la Costa despertó un poco de su letargo y trataron de vulnerar el arco de Armani con intervenciones de Vladimir Hernández y Toloza, quienes no tuvieron la fortuna de anotar en la final de la Copa Águila.
Ya con el pitazo final y la alegría Verde, Nacional coronó su trofeo 26 en su historia y sigue dominando ampliamente el fútbol colombiano, mientras piensan en la Liga Águila, la Copa Sudamericana y el Mundial de Clubes en Japón.
