La tristeza y el júbilo en los últimos pasos de Reinaldo Rueda, el Rey de América

«Soy del Verde, soy feliz»: Las últimas palabras de Reinaldo Rueda en el gramado que lo hizo ídolo histórico de Atlético Nacional.

El instrumento de Rueda. Foto: EL PALPITAR / Alexander Bermúdez.

Reinaldo Rueda, el Rey de América, el estratega, el ser humano… por ahí seguiría la lista de apelativos para el vallecaucano, se despidió este viernes de su hinchada. Un un mar de lamentos y júbilos que se han visto pocas veces en Colombia.

Un mar de color verde golpeó con sus olas al Atanasio Girardot, buscando una oportunidad para rendirle tributo al principal artífice del renacimiento del cuadro Verdolaga en el exterior, volviendo a retomar el honor de llevar el apodo del Gigante del Pacífico.

Niños, jóvenes y adultos llegaron a las 3:00 de la tarde al punto de encuentro para proceder a componer una fila, con la esperanza de entrar a la tribuna sur y ver por última vez al denominado mejor técnico de América.

«Estoy muy triste pero a la vez con la alegría de saber que nuestro Reinaldo tiene un gran futuro por delante. Lo extrañemos mucho», dijo Martha Mejía, una ama de casa que llegó a la hora acordada con sus hijos para despedir la grandeza de una época dorada.

«Exitosa… Sublime… Nostalgia… el 27 de junio», destacó en palabras el joven Manuel Yepes, quien llegó de la mano con su pequeño hijo José Luis, quien en su timidez dijo estar «orgulloso» de Rueda.

Foto: EL PALPITAR / Alexander Bermúdez.

Conforme iba llegando las 4:00 de la tarde, la hora cero para la cita con la historia, los hinchas fueron ingresando al «templo» Verdolaga, el mismo que para el agasajado, sólo es comparable con el férreo apoyo del Borussia Dortmund de Alemania.

Ya con la fiesta y el luto interpuesto, con banderas, mensajes, tambores y extintores, subieron el telón del teatro paisa para estallar de júbilo ante la llegada del estratega, el Rey de América, el ser humano.

Con pasos lentos desde la tribuna Oriental y conforme se acercaba a la hinchada Verde, el técnico caminaba pausado, esperando extender su permanencia terrenal en el mismo punto donde celebró la Libertadores, la Recopa, la Copa Colombia y sus dos ligas.

«No se va, no se va, Reinaldo no se va», cantaban al unísono los fervientes hinchas, quienes rindieron tributo con comparsa, fiesta y alegría, al vallecaucano que ingresó con gallardía a los anaqueles de la historia del Rey de Copas.

«Fueron dos años de éxitos, de experiencias y vivencias y gracias a Dios pudimos alcanzar nuestros objetivos y metas», dijo entre lágrimas el artífice del sueño continental, Reinaldo Rueda.

Foto: EL PALPITAR / Alexander Bermúdez.

Un «Rueda no te vayas por dios», interrumpió al estratega y la tribuna estalló de emoción, mientras que el ahora extécnico Verdolaga aprovechó para tomar aire, sostener la sensibilidad y retomar con sus sinceras palabras.

«Hemos recibido sólamente cariño, afecto, gratitud, muestras de sinceridad, de apoyo», expresó Rueda mientras miraba con los ojos centrados en sus guerreros, a quienes designó como el jugador 11 por su pujanza y aguante.

Rueda con su cuadro de honor. Foto: EL PALPITAR / Alexander Bermúdez.

Posteriormente, en la popular barra Los Del Sur siguieron con su tradición y regalaron el cuadro de honor al estratega con sus imágenes, unas llorando, otras dirigiendo y levantando la Libertadores, un honor que pocos han recibido, como Juan Carlos de la Cuesta y Juan Carlos Osorio, entre otros.

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Finalmente, Reinaldo Rueda se dirigió nuevamente a su salida por occidental,

Foto: EL PALPITAR / Alexander Bermúdez.

siguiendo con su marcha y deteniéndose para voltear atrás y ver nuevamente a sus seguidores. La nostalgia y la tristeza la llevaba por dentro.

El estratega, el Rey de América, el ser humano… Salió por la puerta grande del templo paisa, el mismo que le enseñó que la fiesta europea sólo es equiparable en Colombia con Nacional, este equipo con el que se despidió con un: «Soy del verde, soy feliz».

Palabras históricas para un técnico histórico, quien ahora acompaña en vida en el cuadro de ídolos como Zubeldía, Maturana, Escobar y Osorio.

Foto: EL PALPITAR / Alexander Bermúdez.

Acerca de Alexander Bermúdez

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Periodista ambiental por devoción y apasionado por los hechos del día a día, siempre en busca de historias y un devorador de libros, series, videojuegos y comics. Mi familia es mi motor para seguir por el camino del periodismo.

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