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Familiares claman justicia en este presunto caso de maltrato y posterior muerte infantil.
Familiares del menor de edad de cinco años quien falleció por un trauma abdominal cerrado, al parecer a manos de su padre, el Sargento Segundo Richar Antonio Pérez, pidieron que se esclarezca la muerte del menor y se cumpla justicia en este hecho que ha llamado la atención de los colombianos.
Según informaciones de personas cercanas a la familia, la madre del niño lo estuvo buscando por dos años y las autoridades no le informaron sobre su paradero, hasta este domingo 7 de febrero cuando la llamaron para informarla sobre su muerte.
“Lo único que pienso y que quiero es pedirle por favor al señor Presidente y al Ejército, que no permitan que este caso quede impune, es un niño y no tenía derecho a morir así, y si es él o el que sea que haya atentado contra la vida del niño, que por favor pague”, explicó Jackeline Carrascal, madre del menor fallecido.
De igual manera, Jackeline relató que durante dos años el militar nunca le dijo donde tenía al niño y manifestó que el Ejército sabía que él tenía al niño sin la autorización de ella; además, desmintió a la Cuarta Brigada al decir que nunca ha recibido ayuda psicosocial, tal y como ellos lo afirmaron mediante comunicado.
“Yo perdí todo tipo de contacto con ellos y no sabía en donde lo tenían, no le permitía al niño que se comunicara conmigo, el Ejército tenía conocimiento porque el Bienestar Familiar remitió varias cartas sobre este tema”, explicó la madre acongojada.
Entretanto, un allegado a la familia solicitó a las autoridades para que este caso no pase desapercibido y se ejecute una pena ejemplar, en caso de declarar como culpable al militar.
“Nosotros le pedimos a la Fiscalía a que nos ayuden y colaboren para esclarecer todo lo que le pasó al niño y que ese tipo pague por todo lo que le hizo al menor de edad, su madre lo lleva buscando cerca de dos años”, suplicó un familiar del niño fallecido.
Asimismo, el allegado relató varios pormenores sobre el trato que presuntamente le daba el suboficial al menor de edad, incluso sobre los golpes que le observó al cuerpo del niño el día de su sepelio.
“El niño tenía un fuerte golpe en la frente, tenía un chichón muy pronunciado. Lo otro que sabemos es que el hombre tenía al niño encerrado y no lo dejaba tener ningún vínculo social con nadie”, relató el allegado.
Mientras avanzan los trámites de judicialización del Sargento Segundo Richar Antonio Pérez, familiares y allegados esperan que se imparta justicia en un caso que ha conmovido a los antioqueños y al país.
