Estado asume responsabilidad en matanza de Belén Altavista, en 1996

La matanza de Belén Altavista, ocurrida hace 21 años, es uno de los episodios más violentos en la historia de la capital de Antioquia.

Acto en Museo Casa de la Memoria, con las fotos de las 16 víctimas fatales del ataque paramilitar en Belén Altavista. Foto: Cortesía.

Era el sábado 29 de junio de 1996, era de noche y un grupo de jóvenes se preparaba para celebrar una fiesta cuando hombres armados incursionaron en el barrio Belén Altavista, al occidente de la ciudad, asesinando a 16 jóvenes que, tal y como lo comprobó la justicia, eran inocentes.

De acuerdo con los relatos de los tres sobrevivientes de los hechos, esa noche se encontraban junto a las víctimas en el billar de la terminal de buses del barrio. Allí, un grupo de al menos 10 presuntos paramilitares fuertemente armados llegaron en dos vehículos increpándolos y pidiendo información sobre los cabecillas del Eln que, por ese entonces, controlaban con sus milicias amplias porciones de Medellín.

Los jóvenes, quienes no tenían relación alguna con los elenos, no pudieron suministrar ninguna información. Los paras, el brazo armado de los grandes terratenientes y los grupos radicales de derecha, no dudaron en sacarlos del billar y, bajo el pretexto de una requisa, los hicieron enfilar mientras los ultimaron a disparos. 

Los fallecidos fueron: Jair de Jesús Muñoz Arboleda, Elkin de Jesús Cano Arenas, Berley de Jesús Restrepo Galeano, Mauricio de Jesús Cañola Lopera, Henry de Jesús Escudero Aguirre, Óscar Armando Muñoz Arboleda, Nelson de Jesús Uribe Peña, Eduard Andrey Correa Rodríguez, Germán Ovidio Pérez Marín, Norbey de Jesús Ramírez Dávila, Samir Alonso Flórez, Johnny Alexander Ramírez Luján, Berley de Jesús Restrepo Galeano, Juan José Sánchez Vasco, Jharley Sánchez Ospina, Leandro de Jesús Vásquez Ramírez y Carlos Gonzalo Usma Patiño.  

Sus fotografías fueron, justamente, el foco de la atención durante el acto que realizó el Gobierno Nacional en el Museo Casa de la Memoria de Medellín, donde pidió perdón a nombre del Estado colombiano por lo ocurrido hace ya más de dos décadas.

Paula Gaviria, Consejera Presidencial para los Derechos Humanos, fue la encargada de entregar el mensaje a las familias: «Madres, padres, esposas, hijos y familiares de estos jóvenes que murieron, les expreso hoy aquí mi más sincero perdón en representación del Estado colombiano por lo ocurrido y por las consecuencias negativas y el dolor indecible que este hecho de violencia dejó en sus vidas», dijo la funcionaria durante el acto.

Si bien el Estado no fue el atacante de los jóvenes, sí reconoció su error por «omisión», al no poder impedir el ataque, tal y como lo había ordenado la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

 

Acerca de David Esteban Álvarez Ortiz

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Soy periodista, locutor e historiador en formación. Aficionado a la cocina, al cine, al fútbol y al baile, creyente de la educación como motor de cambio. Redactor de economía y derechos humanos.

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