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El cierre, según el Gobierno panameño, obedece al continuo ingreso ilegal de migrantes cubanos a dicho país.
Tras el decreto presidencial desde Panamá de cerrar la frontera terrestre con Colombia, surgieron muchas inquietudes con respecto a las implicaciones políticas y económicas de la decisión y si ésta afectaría negativamente al comercio entre ambos países, posibilidad que descartó una experta en diálogo con este medio.
Según Caterine Pereira, docente del pregrado de Negocios Internacionales de la Universidad de La Sabana, la mayoría de transacciones comerciales de importancia con el vecino país se hacen por vía aérea o marítima. «A nivel logístico, no afectaría (…) El paso terrestre, por cuenta de las condiciones geográficas, no es utilizado con prioridad», indicó la académica.
La zona donde se cerró el paso es de alta complejidad para el transporte terrestre, lo cual ha imposibilitado el comercio de gran escala por dicha vía.
No obstante, las transacciones de menor tamaño, en especial aquellas que se dan entre los pobladores de la zona de frontera, sí se verán afectadas, pues normalmente las líneas divisorias entre los países no son tenidas en cuenta para los negocios de menor cuantía en términos de cantidad de mercancía y dinero.
«Claramente, las fronteras son zonas porosas donde la población que reside no maneja con facilidad el tema fronterizo como una limitación, sino con fluidez. Este tipo de cierres son muy perjudiciales para los países impactados, especialmente para las comunidades que ejercen sus actividades en esas zona«, precisó Pereira.
Actividades de contrabando y narcotráfico, sin embargo, no tendrían las mismas repercusiones, desde la perspectiva de la docente. Debido a que ya están acostumbradas a trabajar desde la ilegalidad, «las rutas de tráfico de drogas existentes en la zona no se verán afectadas», dijo.
Si bien en términos generales el cierre «no es una buena noticia», en el caso particular de la frontera colombo-panameña «era necesario por algunos temas de migrantes«, concluyó la docente.
El presidente de dicho país, Juan Carlos Varela, indicó el día de ayer que el cierre se haría efectivo «en el área de Puerto Obaldía y otros puntos fronterizos para evitar el paso de migrantes irregulares», especialmente provenientes de Cuba, en consonancia con lo que hicieron otros países de la región, como Nicaragua y Costa Rica.
Además, el crecimiento en la producción y embarque de alucinógenos desde Colombia hacia Panamá, así como un afán de proteger al vecino país del narcotráfico, fueron otras de las razones para decretar el cierre. (Lea también: Panamá blindó la frontera con Colombia).
