Además de mensajería, Domina le apuesta a entregar formalidad laboral

Con el incremento de las ventas a través de internet por causa de la pandemia, Domina encontró una oportunidad de crecer junto con sus 1.700 empleados.

Foto: CORTESÍA Domina.

Además de entregar sobres, Domina se convirtió en aliada fundamental de los pequeños y grandes empresarios, quienes en 2020 afrontaron uno de los mayores retos para sus negocios: quizás un crecimiento para el que no estaban preparados.

Fue así como debieron acudir a la colaboración de una empresa reconocida por ser líder en mensajería, pero que desde hace varios años viene ampliando su portafolio en la entrega de paquetes, entre otros productos. Además, se caracteriza por ofrecerles soluciones integrales a sus clientes y conectarlos con el consumidor final.

Domina cuenta con tres unidades de negocio: Domina digital Domina BPO y Domina Logística como respuesta  a las tendencias del mercado y la migración hacia el mundo digital que comenzaron a evidenciar en los procesos de sus clientes.

Pero más allá de eso, la empresa se destaca por la calidad de su servicio y la entrega de sus colaboradores, ya que una de sus principales apuestas es la formalidad laboral y el bienestar de sus empleados. 

De acuerdo con Juan Pablo Chavarriaga, gerente General de Domina, buscan que sus “clientes valoren la formalidad laboral que tenemos, no sólo por el tema social, sino porque al final van a percibir un servicio de mucho más valor, entregas  con más seguridad, con más confianza porque todo nuestro personal es propio”.

Además de las garantías laborales, ofrecen igualdad de oportunidades para todas las edades y las poblaciones, ya que sus colaboradores están conformados por hombres, mujeres, jóvenes, adultos, colombianos y extranjeros.

 

Acerca de Luz Avané Cataño Raigoza

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Comunicadora social y periodista, enamorada de las buenas historias. Emprendedora y convencida de todo lo que uno se propone en la vida lo puede lograr, la clave está en rodearte de las personas correctas y nunca dejar de soñar. Mi gran tesoro, mi familia.

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