Las causas de la tragedia en Mocoa, que ya cobra más de 200 vidas

Las fuertes lluvias de los últimos días en Putumayo y la hora del desbordamiento de los ríos agravaron la tragedia.

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El lodo cubre hoy gran parte de Mocoa. Hay cientos de heridos y desaparecidos. Asimismo, centenares de voluntarios buscan sobrevivientes y ayudan a las víctimas. Foto: Archivo.

Hoy Mocoa es una capital desolada por la tragedia: 17 de sus 40 barrios resultaron gravemente afectados por la avalancha de la madrugada del pasado sábado, y hasta el momento se ha establecido que más de 200 personas fallecieron. No hay luz, ni agua y las calles están cubiertas de lodo. 

Ha sido tal la magnitud de la tragedia que ha conmovido a la comunidad internacional. El papa Francisco manifestó este domingo sus condolencias por lo ocurrido en el país. «Estoy profundamente apenado por la tragedia que golpeó a Colombia, donde una gigantesca avalancha de barro, en la localidad de Mocoa, dejó numerosos muertos y heridos», indicó en una misa que lideró en Italia.

«Rezo por las víctimas y quiero asegurar mi cercanía con quienes lloran a los desaparecidos (…) Quiero agradecer a todos los que están ayudando en los rescates», señaló Francisco.

¿Qué propició la tragedia?

Mocoa está ubicada en el departamento de Putumayo, al Sur de Colombia y en pleno trópico, cercana a la línea ecuatorial y a la selva amazónica. Por ende, las precipitaciones son pan de cada día.

No obstante, el pasado viernes 31 de marzo llovió más de lo normal. De acuerdo con lo que pudo establecer el Ideam junto con la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres -Ungrd-, en tan solo tres horas cayeron 130 milímetros de agua sobre Mocoa; en un mes, lo habitual es que caigan 400 milímetros. Es decir, el viernes llovió el triple de lo que puede llover en una noche normal de Mocoa.

Asimismo, la sedimentación de los ríos desbordados y la cantidad de materiales que acompañaban el cauce de éstos desde las montañas favorecieron al desbordamiento.

De igual manera, se debe tener en cuenta la intervención humana. Justamente, el Ideam señaló que la deforestación y otras prácticas que se hacen en la región pudieron influir en la avalancha.

Atrás quedaron las declaraciones del senador del Centro Democrático, Daniel Cabrales, quien señaló en principio que tenía información que inculparía de la tragedia a las Farc, grupo que tenía injerencia en la región antes de iniciar el proceso de dejación de armas. 

«Excusas por información equivocada que recibí, que había sido ataque terrorista. Mis disculpas», indicó el congresista, sin dar mayores explicaciones por sus declaraciones, que generaron resquemor en redes sociales.

Lo cierto es que, además de las lluvias que provocaron la avalancha, ésta tuvo tal impacto por la hora de los sucesos. Gran parte de la población afectada se encontraba durmiendo y no pudo huir del agua, el lodo y las rocas, que se llevaron todo a su paso.

Ahora, centenares de personas adscritas a organismos de rescate y voluntarios siguen buscando sobrevivientes; hasta el momento, hay unos 230 desaparecidos. Las lluvias y la falta de prevención le pasaron factura a Mocoa, que sufrió el pasado 1 de abril la peor tragedia de su historia.

Acerca de David Esteban Álvarez Ortiz

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Soy periodista, locutor e historiador en formación. Aficionado a la cocina, al cine, al fútbol y al baile, creyente de la educación como motor de cambio. Redactor de economía y derechos humanos.

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