Justicia por mano propia

El hecho de que la mayoría de los delincuentes luego de cometer el ilícito queden en libertad, ha calado en nuestra sociedad, ya de por sí violenta, una idea de justicia popular, que más que justicia es venganza.

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La idea de ilegalidad y de justicia propia nos aleja cada vez de la civilización. Foto: CORTESÍA.

Circula por redes sociales una serie de fotografías y videos donde algunos ciudadanos hacen  justicia por su cuenta seguidos de aplausos y comentarios alentadores de esta práctica.

El cansancio de la población civil a la falta de justicia contra los delincuentes, especialmente en los llamados delitos menores asociados a el hecho de que la mayoría de los delincuentes luego de cometer el ilícito queden en libertad, ha calado en nuestra sociedad, ya de por sí violenta, una idea de justicia popular, que más que justicia es venganza.

La aceptación que pareciera ser mayoritaria preocupa no solo por la rapidez con que se propaga esta idea producto del profundo descontento social que hay con la justicia, a ello se suma uso del lenguaje violento y descalificador que enardece la indignación del ciudadano y lo predispone para actuar de forma violenta y descargar su ira acumulada contra un delincuente, en especial cuando se está acompañado de más miembros de la comunidad, ya que si hay participación colectiva la responsabilidad individual desaparece, limpiando la conciencia y justificando su accionar por la conducta de la mayoría. Hay un abandono de la moral, de la ética que parece ya un viejo libro obsoleto empolvado en alguna olvida estantería en casa de nuestros abuelos.

Justificar lo injustificable está asociado con la doble moral que regula la sociedad, pareciera que muchos quieren volver al modelo del viejo oeste americano donde las disputas se zanjaban revolver en mano, no en vano, en muchos sitios de nuestra ciudad se impone la ley del más fuerte, del “bravo”.  

Foto: Cortesía
Foto: CORTESÍA.

Si bien le corresponde al Estado velar por la seguridad y crear mecanismos que aseguren el acceso y cumplimiento de la justicia, como individuos también nos corresponde una responsabilidad, la de actuar conforme a la ley, continuar propagando la idea de ilegalidad y de justicia propia nos aleja cada vez de la civilización, esos mínimos acuerdos para vivir en sociedad que tanto esfuerzo le ha costado a la humanidad.

Como ciudadanos nos corresponde comprender y reflexionar que los conflictos se deben resolver de forma democrática, algunos dirán que eso es ingenuo, pero  pensar que los problemas de inseguridad se resuelven con actos justicieros de venganza sí que lo es.   

Una sociedad que produce cada generación camadas de delincuentes debe estar haciendo algo mal. Atacar los efectos y no las causas me hace recordar la  historia del aquel hombre que tras encontrar a su esposa siéndole infiel en el sofá de su casa decide venderlo para evitar así nuevas infidelidades. Las soluciones deben ser integrales, ya que el modelo que se viene aplicando ha resultado ineficaz, hay que partir de la educación y el respeto por los derechos humanos como base para reordenar nuestra convivencia.

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Acerca de Jhonatan Correa M

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Magister en Derechos Humanos, Paz y Desarrollo Sostenible Universidad de Valencia, España

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