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Casi dos meses lleva en condición de desplazamiento la comunidad indígena a la que pertenecía el menor.
Un menor de tres años del resguardo indígena Majoré, en el municipio antioqueño de Urrao, murió debido a un grave estado desnutrición originado, según fuentes de la Organización Indígena de Antioquia -OIA-, por una problemática humanitaria que se viene presentando hace dos meses aproximadamente.
La comunidad Embera Eyabida, del resguardo indígena Majoré, se desplazó a la cabecera urbana del municipio de Urrao el pasado 26 de junio debido a los persistentes combates entre el Ejército Nacional y las Farc y la presencia de minas antipersonal en la zona, lo que impedía a los habitantes realizar sus labores de agricultura.
Si bien la Gobernación de Antioquia y la Cruz Roja atendieron en primera instancia la situación, según William Carupia, dirigente de la OIA, ya no lo vienen haciendo con la misma rigurosidad inicial. «Si bien ha habido acompañamiento humanitario, ya se ha complicado la situación en temas de salud y alimentación. Eso fue lo que ocasionó la muerte del niño», dijo Carupia.
El dirigente mencionó que la problemática se ha agravado debido a la cantidad de personas que están en condición de desplazamiento, y agregó que el menor fallecido podría ser sólo el primero, pues la crisis humanitaria en temas de nutrición se ha «complicado con el pasar de los días».
Por otra parte, los indígenas del resguardo Polines que también se encuentran desplazados, esta vez en el municipio de Chigorodó, también podrían ser objeto de riesgo a causa de posibles epidemias e inanición, toda vez que son cerca de 600 las personas que están agrupadas en la escuela del resguardo.
Carupia, con referencia a lo que está ocurriendo en Polines, mencionó que la situación allí tiene el agravante que «la Policía y el Ejército están prohibiendo que los indígenas vayan a sus sitios de producción, ya sean los cultivos de plátano y maíz, lo cual impide que tengan con qué alimentarse».
