Cercanía con las víctimas, el punto clave del día papal antes de venir a Medellín

En Villavicencio, el Papa tuvo un particular encuentro con víctimas del conflicto, instó a la reconciliación y, como característica especial, beatificó a dos colombianos.

El Papa, orando en Villavicencio ante un monumento a la paz. Foto: Cortesía.

El tercer día del Papa en Colombia transcurrió, a primeras horas de la mañana, en Bogotá, de donde partió a la ciudad Villavicencio, para escuchar a víctimas del conflicto y dar un mensaje de reconciliación, valiéndose hábilmente de la presencia de los afectados por la violencia en dicha región del país.

Francisco llegó hacia las 10:00 de la mañana a Villavicencio, y de allí se dirigió hacia el sector de Catama donde señaló que Colombia es una tierra que ha sufrido un sinfín de desencuentros, agravios y todo tipo de problemas de índole social, pero que puede sobreponerse a través del camino de la reconciliación.

«Todo esfuerzo de paz sin un compromiso sincero de reconciliación será un fracaso«, señaló el Obispo de Roma, en una de las regiones más azotadas por el conflicto, ya que en la región de la Orinoquía convivieron permanentemente las Farc, el Eln y los grupos paramilitares.

«¡Basta una persona buena para que haya esperanza! ¡Y cada uno de nosotros puede ser esa persona! Esto no significa desconocer o disimular las diferencias y los conflictos. No es legitimar las injusticias personales o estructurales», indicó el Sumo Pontífice durante su sermón eucarístico.

Allí, también se dedicó a escuchar las historia de dos mártires católicos colombianos que sufrieron muchos vejámenes.  Jesús Emilio Jaramillo, obispo de Arauca (también conocido como el ‘Mártir de Armero’; y el sacerdote Pedro María Ramírez Ramos, fueron declarados como beatos por el Papa.

Los cuadros de los nuevos beatos estuvieron presentes durante la misa campal en Catama. Foto: Cortesía.

«Quiero agradecerles lo que hacen por la paz. Ponen en juego su vida y eso fue lo que hizo Jesús por la paz. Su labor los hace estar más cerca de su presencia. Gracias por arriesgarse por la paz y espero que la paz se consolide en este país que se lo merece», dijo Francisco durante la misa, a la que asistieron miles de personas, entre ellas varias provenientes de poblaciones y resguardos indígenas del departamento.

Luego de un receso de un par de horas, en las que el Sumo Pontífice aprovechó para degustar la mamona, una de las delicias culinarias de los Llanos Orientales colombianos, los ojos del país se trasladaron a un encuentro con víctimas del conflicto armado realizado en el parque de Las Malocas, donde de fondo estuvo el Cristo de Bojayá, la escultura que quedó semidestrozada luego del bombardeo que se dio en un cruce bélico entre tropas farianas y paramilitares en dicho corregimiento de Chocó, el cual dejó más de 70 víctimas inocentes que se hallaban refugiadas en la parroquia.

«También hay esperanza para quien hizo el mal; no todo está perdido. Jesús vino para eso: hay esperanza para quien hizo el mal. Es cierto que en esa regeneración moral y espiritual del victimario la justicia tiene que cumplirse», dijo el Papa, en alusión a los actores del conflicto que han desangrado al país durante más de sesenta años.

«Una tierra regada con la sangre de miles de víctimas inocentes y el dolor desgarrador de sus familiares y conocidos. Heridas que cuesta cicatrizar y que nos duelen a todos, porque cada violencia cometida contra un ser humano es una herida en la carne de la humanidad; cada muerte violenta nos disminuye como personas», manifestó, conmovido, el Papa.

Luego de un encuentro con cuatro víctimas del conflicto, el máximo jerarca de la Iglesia realizó la oración por la paz de San Francisco de Asís y se trasladó al aeropuerto de Apiay, donde aprovechó y bendijo a varios militares de las Fuerzas Armadas.

Así pues, el Papa viajó de regreso a Bogotá y, en la embajada de la Ciudad del Vaticano, dio un mensaje a las personas que ansiosas le esperaban y saludó a varios niños presentes. Finalmente, se dirigió a descansar, para todas las actividades que realizará este sábado en Medellín, donde se espera arribe hacia las 10:00 de la mañana, tras lo cual brindará una misa campal en el aeropuerto Olaya Herrera.

Acerca de David Esteban Álvarez Ortiz

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Soy periodista, locutor e historiador en formación. Aficionado a la cocina, al cine, al fútbol y al baile, creyente de la educación como motor de cambio. Redactor de economía y derechos humanos.

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