La revolución contra la cera en la fruta

La historia de la humanidad según la biblia se forjó en torno a una manzana. Esta fruta resultó ser lo suficientemente atractiva como para poner riesgo una vida placentera en el paraíso.

Hoy en día la fruta que se expone en diversas fruterías y supermercados ofrecen un aspecto similar; radiante y espectacular, difícil de rechazar. Este hecho no tendría mayor importancia si el responsable de ese exuberante aspecto fuese la propia fruta.

De una forma natural, muchas clases de fruta producen una sustancia parecida a la cera que las mantiene húmedas y protegidas de invasiones externas. El problema viene cuando diferentes almacenes de fruta utilizan sustancias artificiales conocidas como agentes de recubrimiento. Su objetivo: conseguir un aspecto brillante y atractivo imitando el proceso natural de la fruta.

Los agentes de recubrimiento, ¿son dañinos para la salud?

Este tipo de recubrimiento o aditivo es comestible. No obstante, en determinadas circunstancias puede ocasionar reacciones alérgicas. La manera de aplicar cera a frutas y verduras para incrementar su atractivo se realiza a través de aerosoles.  

Asimismo, este tipo de alimentos, disponibles en diversos comercios, han sido tratados en su mayoría con pesticidas. Este hecho supone que su lavado se haga imprescindible. Entre las sustancias tóxicas que se pueden hallar en los pesticidas se encuentra el mercurio.

Entonces la fruta, ¿con piel o sin piel?

Siempre se ha oído que las vitaminas de la fruta se encuentran en su piel. Este dicho parece perder valor en los últimos años, ya que diversos nutricionistas han puesto en tela de juicio tal afirmación. De este modo, se pueden encontrar partidarios de ambas disyuntivas.

La piel de la fruta suministra al organismo una cantidad más elevada de fibra que favorece los procesos de actividad intestinal. De igual modo, los rayos solares recibidos por la fruta la hacen portadora de nutrientes de tipo carotenoides. No obstante, una dosis extra de aditivos junto con otras circunstancias dará origen a la aparición de manchas blanquecinas en su piel. Este hecho hace poco recomendable el consumo de frutas sin pelar.

¿Lavar la fruta es la solución?

Lavar frutas y verduras se hace imprescindible. Antes de ingerir este tipo de alimentos se deben lavar a conciencia. La gran cantidad de agentes tóxicos que se pueden hallar en estos vegetales hace que su lavado sea un proceso ineludible.

En este sentido; lavar manos, superficies, instrumentos de cocina a utilizar y la propia fruta o verdura sería el proceso completo. De este modo se conseguirá una excelente higiene antes de consumir estos alimentos. Asimismo, es aconsejable lavar igualmente la fruta aunque no se vaya a retirar la piel. El cuchillo podría traspasar diferentes bacterias o agentes tóxicos al contactar con la fruta.

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