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La situación fue controlada por las autoridades poco antes de iniciar el homenaje a Chapecoense en el Atanasio Girardot.
La capital antioqueña se fajó con el sentido homenaje que hizo a las víctimas de la tragedia aérea de Chapecoense en el estadio Atanasio Girardot. Sin embargo, los lunares de desorden y tolerancia cobraron protagonismo a las afueras del complejo deportivo.
Poco antes de iniciar la sentida ceremonia, algunas personas que aguardaban una oportunidad de ingresar desataron una situación de orden público, hecho que requirió la presencia de la Policía y agentes del Esmad para dispersar a las personas cercanas a la tribuna norte.
En un momento y ante la impotencia de no poder entrar, varias personas burlaron el esquema e ingresaron al segundo piso del estadio a través del enmallado.
De inmediato, la Policía trató de controlar la situación pero algunos intolerantes intentaron sonsacar a las autoridades lanzando objetos desde las tribunas y pateando las mallas de seguridad.
El incidente duró un breve momento y fue necesaria la presencia de la Policía Montada y los agentes del Esmad.
La apertura de puertas del estadio para el ingreso a público fue a las 4:45 p.m. 45 minutos después, la Alcaldía de Medellín le pidió a los medios informar que ya no ingresarían más personas, por lo que se extendió una invitación a acudir hacia el sector del Obelisco, donde estaban ubicadas las pantallas gigantes.
Sin embargo, las filas para el ingreso fueron muy largas, muchas personas se quedaron por fuera y los alrededores del Estadio estaban llenos. Los medellinenses y habitantes de los municipios del Valle de Aburrá acudieron de forma masiva a la convocatoria de las autoridades para el homenaje a las víctimas de la tragedia de Chapecoense, que enluta al mundo entero.
La Alcaldía de Medellín, ni la Policía se han pronunciado al respecto.
