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Los otros dos muertos fueron producto de riñas con armas cortopunzantes. La cifra de homicidios crece de forma alarmante en la ciudad.
Tres muertos por causas violentas se registraron este 26 de julio en la ciudad de Medellín: dos casos se registraron el día de ayer, mientras que el restante se trató de un deceso por un ataque ocurrido 10 días atrás.
Justamente, Alexis de Jesús Galindo Vargas falleció en Policlínica a causa de las heridas con un cuchillo que le propinó otro individuo mientras se encontraban discutiendo, al parecer, gracias al consumo excesivo de bebidas alcohólicas, el pasado 16 de julio.
De acuerdo con lo investigado por las autoridades judiciales, la pelea se produjo en la vivienda del suegro de la víctima, a quien se le conoce con el alias de «El Gordo», quien después de lo ocurrido huyó del lugar sin rumbo conocido.
La otra víctima del día de ayer fue Yéferson Orlando Montoya López, un vendedor ambulante que comenzó a discutir con un colega de trabajo. Según el informe de la Secretaría de Seguridad, hacia las 6:25 de la mañana ambos individuos se enfrascaron en una riña con arma cortopunzante que, finalmente, dejó con graves heridas a Montoya.
De inmediato, el occiso, a quien se le denominaba como «El Zarco», fue trasladado a Policlínica, donde murió debido a la gravedad de las heridas provocada con arma blanca.
Los hechos, ocurridos en el Centro de Medellín, son materia de investigación por parte de las Autoridades, pues el otro individuo, quien sería el victimario, también resultó con heridas de gravedad.
Sin embargo, el caso que más llamó la atención de las Autoridades fue el de un vendedor de arepas asesinado, al parecer, por no acatar las órdenes de un combo delincuencial que le prohibió ejercer su trabajo en el sector.
Los hechos ocurrieron en el barrio La Esperanza, en la comuna Doce de Octubre de la capital antioqueña, donde fue hallado el cadáver de Edwin Fernando Rendón Restrepo al interior del baúl de un vehículo tipo Aveo.
Ya sus familiares habían advertido de la desaparición del hombre, quien había recibido amenazas de una banda que tiene su hegemonía criminal en el sector y le habría dicho que no vendiera arepas en su territorio.
El hombre de 41 años había desaparecido desde la noche anterior y, al encontrarlo muerto las Autoridades, descubrieron que tenía varias heridas con arma blanca y que se encontraba envuelto en una carpa de color verde.
