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En uno de los episodios, fue asesinado un comerciante de la ciudad de Cali; asimismo, hubo un caso de bala perdida donde falleció un hombre de 52 años.
En menos de ocho horas del pasado viernes 14 de julio, se registraron cuatro muertes violentas en cuatro diferentes comunas de la ciudad, llegando así a 267 homicidios en lo que va corrido del año en la capital antioqueña.
El primer caso ocurrió hacia las 2:45 de la tarde, cuando un hombre de 49 años, identificado por los peritos judiciales como Jaime Alonso Villa Borja fue atacado por sicarios desde una motocicleta cuando se encontraba en un vía pública del barrio San Joaquín, en la comuna Laureles-Estadio.
Las autoridades consiguieron establecer que Villa Borja recibió un total de once impactos de bala, propinados por sujetos que se transportaban en una moto NKD y quienes huyeron sin rumbo conocido; sin embargo, en el sitio se encontraron cámaras de seguridad que serán solicitadas para la respectiva investigación.
Tan solo media hora después, esta vez en el barrio Perpetuo Socorro del centro de Medellín, un comerciante llamado Leonardo Fabio González, proveniente de Cali, fue atacado por sicarios mientras se movilizaba en una camioneta. Los atacantes aprovecharon el momento en que el vehículo en el cual se transportaba la víctima se detuvo en un semáforo, lugar en el cual perpetraron el homicidio.
Si bien fue llevado inmediatamente al Hospital General de Medellín para recibir asistencia médica, ésta no fue efectiva y las ocho heridas de bala le causaron la muerte. Cabe señalar que en los hechos resultó herido el acompañante de González, quien se encuentra en observación médica.
Ya en horas de la noche, esta vez en Castilla, un hombre que se desempeñaba como reciclador falleció a causa de un ataque con arma de fuego. Los familiares de la víctima explicaron que, al parecer, el sujeto tenía amenazas de un grupo delincuencial por causa de un asesinato que había perpetrado años antes contra un líder de dicha organización.
La víctima, identificada como Jeisson Harvey Londoño y quien había pagado varios años de cárcel por el episodio anteriormente descrito, se encontraba vendiendo chatarra cuando ocurrieron los fatídicos hechos.
Por último, hacia las 10:40 de la noche, Fabián Alberto Álvarez Marín, de 52 años, murió en la Unidad Intermedia de San Javier a causa de un ataque en el que también resultó herido un joven de 22 años.
Al parecer, el occiso se movilizaba en una motocicleta con su hija cuando escuchó un tiroteo en un lugar cercano; por este motivo, decidió tomar otra dirección en la vía, lo cual no impidió que fuera alcanzado por un proyectil, el cual le quitó la vida.
De acuerdo con las autoridades,la víctima era cabeza de una familia que había sido desplazada cuatro años antes por un grupo delincuencial del lugar donde vivían en ese momento, a saber, el barrio La Loma, en San Cristóbal.
Cabe recalcar que la cifra de homicidios durante este 2017 es inferior a la del año inmediatamente anterior para las mismas fechas. No obstante, la criminalidad ha crecido sustancialmente en el corregimiento de San Cristóbal y en por lo menos otras cinco comunas de Medellín.
