Para frenar el avance de las llamas, levantaron una línea de defensa de 700 metros de longitud.
Más de 15 hectáreas de bosque afectadas deja como rastro el incendio forestal que aqueja al recién delimitado Páramo de Santa Inés, ubicado en límites entre los municipios de Belmira y Sopetrán.
Después de ser delimitado como área protegida por el presidente Juan Manuel Santos, se originó un incendio de grandes proporciones que amenaza a todo un ecosistema y a las fuentes hídricas que abastecen a varias poblaciones aledañas.
“Si bien la extensión de tierra quemada, que es aproximadamente 15 hectáreas, es un territorio que genera preocupación por el impacto ambiental que se pueda generar ya que es un sitio de migración de aves”, explicó Gilberto Mazo, coordinador del área de manejo de desastres del Dapard.
En aras de controlar asertivamente esta situación, han laborado los cuerpos de Bomberos de varios municipios del Occidente y Norte antioqueño, al igual que la Defensa Civil y pelotones de la Cuarta Brigada, quienes lucharon contra 20 focos de baja intensidad, tres focos de alta intensidad en las partes perimetrales del incendio y cinco focos subterráneos de alta intensidad.
De igual manera, todas las autoridades involucradas en las labores de control, levantaron una línea defensiva de 700 metros de longitud con el fin de proteger un poco más de 500 hectáreas de bosque nativo en donde se produce parte del agua que es llevada a los municipios de Sopetrán, Olaya, San Jerónimo y Santa Fe de Antioquia.
“Las Fuerzas Armadas también apoyaron las labores con la realización de 13 descargas de agua, aproximadamente 20 mil litros que ayudaron mucho a la contención del incendio, que al día de hoy tiene un foco activado”, destacó el funcionario del Dapard.
Finalmente, se espera que en los próximos días se esté controlando la situación que, de manera extraña, se generó a escasos días de ser delimitado como páramo por las autoridades ambientales y el Gobierno Nacional.
