Debido a sus «despiadadas prácticas» en Antioquia, el mismo «Otoniel» lo trasladó a los Llanos Orientales para que dominara «a sangre y fuego» esta zona del país.
Un nuevo “descalabro” sufrió la estructura criminal del “Clan del Golfo” tras la captura de alias “Navarro”, temido cabecilla que fue hasta hace poco el jefe de esta organización en las subregiones del Nordeste y Bajo Cauca antioqueño. Según la Policía, el cabecilla pretendía extender su dominio en los Llanos Orientales.
De acuerdo con información de la Policía Nacional, Roberto Carlos Osten Mestra, conocido como ‘Navarro”, había sido designado por el mismo “Otoniel” para que liderara el “Clan del Golfo” en los departamentos de Meta, Vichada y Guaviare.
Al parecer, desde Antioquia y hace 30 días, el “despiadado cabecilla” cambió su fisionomía, engordó, acabó con el bigote y se perfiló las cejas, en un intento por verse distinto y pasar desapercibido en su trayecto de Urabá hacia el oriente del país.
la organización perdió una de sus fichas de confianza
Asimismo, investigaciones detallaron que las órdenes del hombre más buscado en el país era establecer la organización criminal en los tres departamentos “a sangre y fuego” si las bandas criminales de las zonas no cooperaban.
Luego de su captura en San José de Guaviare, el cabecilla fue trasladado a Medellín para que responda por los 15 homicidios, extorsiones al sector minero y varios casos de desplazamiento forzado que se presentaron en Antioquia.
Roberto Carlos Osten Mestra fue un paramilitar que delinquió en el Bloque Centauros y por sus “despiadadas” acciones fue uno de los hombres de confianza de “Otoniel”.
Finalmente, investigadores de la institución revelaron que el hombre condicionó su salida del Urabá antioqueño si le permitían llevarse a una de sus cuatro amantes y sus cuatro caballos de paso fino.
