La alegría de volver a tener agua, energía y gas no es solo de las personas que no contaban con estos servicios. Los técnicos encargados de las reconexiones, así como quienes coordinan sus labores y los empleados que identifican a los usuarios beneficiados, sienten la satisfacción de llevar un alivio a miles de familias en la actual situación de emergencia nacional y mundial por la pandemia del coronavirus.
Una de las personas que durante estas semanas se dedica de forma exclusiva a la reconexión de servicios públicos es Gustavo Álvarez, operario técnico de Corte y Reconexión de la empresa Consultel. Esa compañía, contratista de EPM, recibe todos los días a las 6:00 de la mañana la información sobre los lugares asignados para la reconexión de servicios públicos en el Valle de Aburrá.
Estos procesos hacen parte de las medidas del Gobierno Nacional para facilitar el confinamiento y el cumplimiento de medidas de higiene y prevención de contagio en el marco de la emergencia sanitaria y están dirigidos, principalmente, a familias de escasos recursos o que se han visto en dificultades para pagar las facturas.
En una terminal electrónica que parece un celular, Gustavo recibe de sus jefes las indicaciones para llegar al sitio indicado y a las 7:00 de la mañana de estar en la primera instalación donde, con otro compañero, empieza sus labores. Su jornada normalmente finaliza a las 4:00 de la tarde, pero puede extenderse un poco más hasta que concluya las tareas indicadas.
“En el momento de habilitar el servicio se escuchan palabras y gestos de alegría de las familias y hasta de sus vecinos que agradecen a EPM y a los contratistas por la labor que están haciendo en estos momentos de contingencia. Esto es gratificante”, dice.
Gustavo no sabe si mañana será asignado para una reconexión en un barrio de Medellín o en una vereda de la zona rural de cualquiera de los 10 municipios del Valle de Aburrá; si podrá llegar en un vehículo o si deberá moverse un rato por escalas, trochas o por algún camino empedrado. Pero a él, eso lo tiene sin cuidado con tal de ver la satisfacción de las personas que vuelven a contar con los servicios públicos.
“Se me quedó algo marcado en una casa a la que había ido varias veces y el usuario se mostraba insatisfecho. En estos días volví para reconectar el servicio y la experiencia fue diferente. Me sentí con mucha alegría, ya que de esta manera se le demostraba al usuario que no sólo estamos para suspender los servicios, sino para habilitarlos también en este momento de crisis”, recuerda Gustavo.
Para Fabián Zabala, supervisor de Consultel, cada cierre de jornada llega con noticias gratificantes para él y los técnicos que realizan la tarea de conectar de nuevo los servicios públicos esenciales a miles de personas en las zonas donde EPM lleva agua potable, gas o energía eléctrica.
En total, hasta la primera semana de mayo, aproximadamente 50.000 familias habían sido beneficiadas con los procesos de reconexión.
“Ha sido una labor muy enriquecedora, la tarea en este momento está dirigida en un 100% a las reconexiones y reinstalaciones, con un valor agregado: ahora pasamos a hacer una labor social por la contingencia sanitaria, garantizando un servicio con calidad a aquellas instalaciones que se encontraban desconectadas. Esto ha generado en el personal un sentido de pertenencia por la empresa y una sensación de heroísmo muy grande”, asegura Zabala.