El descubrimiento podría revolucionar al mundo de la física y la astronomía.
Después de cerca de un siglo, investigadores de LIGO (Laser Interferometer Gravitational Wave Observatory) lograron comprobar la existencia de las ondas gravitacionales, un hallazgo que pone fin a cien años de especulaciones después de que Albert Einstein hablara sobre este tema.
De acuerdo con los primeros estudios de esta investigación, el último precedente que se pudo constatar en relación con este hallazgo, fue el evento que tuvo lugar el 14 de septiembre de 2015, cuando se descubrió una colisión masiva de dos agujeros negros que tuvo lugar hace mil 300 millones de años, una masa tres veces más grande que la del Sol se convirtió en energía en una fracción de segundo.
Con este precedente, científicos del mundo trabajaron de forma incansable para poder comprobar que realmente sí existe este fenómeno, que fue predicho por uno de los científicos más famosos de la historia, Albert Einstein, quien habló por primera vez de este fenómeno.
“Nuestra observación de las ondas gravitacionales lleva a cabo un ambicioso objetivo establecido hace más de cinco décadas para detectar directamente este fenómeno difícil de alcanzar y comprender mejor el universo, y, como corresponde, cumple con el legado de Einstein en el 100 aniversario de su teoría general de la relatividad,» dice David H. Reitze, de Caltech y director ejecutivo del Laboratorio LIGO.
Las ondas gravitacionales son fenómenos que se mueven en el espacio – tiempo, son casi imperceptibles al sentido humano pero con solo movernos, saltar y correr estamos alterando dichas ondas, pero al presentarse grandes explosiones en el universo y choques entre estrellas y agujeros negros, se empezó a determinar la realidad de este fenómeno.
Aunque para ser descubiertas tardaron mucho más tiempo de lo esperado, el hallazgo supone un hito histórico en la ciencia porque detrás de estas ondas, se esconde una valiosa información sobre el universo y los cambios energéticos que ha tenido desde sus inicios.
Escuche el sonido de dos agujeros negros en colisión.
