Según cifras publicadas por el Dane, en Colombia hay más de 400 mil personas con discapacidad auditiva.
Alejados, parados en el rincón de una iglesia e interpretando las canciones con el lenguaje de señas, John Ediwn Moncada halló a un grupo de personas sordas en un templo cristiano de Itagüí, meses más tarde se encontraría con un teatrero y juntos, consolidaron un sueño: otra propuesta inclusiva para los sordos en el Valle del Aburrá.
El lenguaje de las señas y la corporalidad, ha sido la herramienta para sacar adelante un grupo de teatro de sordos, para sordos, pero del que también pueden disfrutar los oyentes. Su trabajo ratifica que su situación de discapacidad no los excluye de las actividades que cualquier persona en completo disfrute de sus sentidos pueda hacer.
Hasta ahora, son 10 los que conforman el equipo y los cuales han montado una obra titulada «Tienes que ser sordo para comprenderlo», una propuesta que busca, a través de las artes, dignificar las actividades de esta población.
Sinergia de iniciativas
Juan Diego Zuluaga es un historiador de formación de la Universidad Nacional y se encuentra adelantando su maestría en Estética. Enamorado de las artes escénicas inició con el proyecto llamado La Rueda Flotante, un grupo de arte itinerario con diferentes propuestas.
En una oportunidad, Juan Diego tuvo la fortuna de ver el coro de sordos conformado por varios jóvenes, mismos que contaban con el apoyo de John Edwin y de ambos surgió la idea de conformar un grupo de teatro con personas que no oyeran parcialmente o con sordera total.
Ya son casi tres años de actividades, ensayos y presentaciones, a partir de las cuales se ha logrado la consolidación del primer grupo en su género de Colombia y uno de los pocos de Latinoamérica.
Para octubre de 2015, se tiene proyectado hacer el primer Festival de Sordos en Medellín, una propuesta de La Rueda Flotante que busca integrar a la sociedad. «Tenemos que demostrarle a las personas que los sordos no solo se pueden ocupar de costuras y confecciones, ellos también pueden hacer otras cosas», señaló John Edwin Moncada, quien actúa de intérprete y asistente de dirección del grupo.
«Queremos que la gente conozca la propuesta y nos apoyen, pero sobre todo, que disfruten del teatro y la danza que realizan estas personas», expresó Juan Diego Zuluaga, director del grupo y artífice de muchos de sus logros.
Aunque no hay un censo que determine el número de sordos en Medellín o Antioquia, en el año 2005 el Dane reveló que en el país hay alrededor de dos millones y medio de personas en situación de discapacidad, de las cuales 455.718 son sordas.
Dentro de las estrategias para incluir a la población sorda, el Autoridad Nacional de Televisión expidió el Acuerdo 001 de 2012, el cual habla de La aplicación de lengua de señas Colombiano (LSC), y que definió las reglas para la implementación del lenguaje de señas en Colombia.
Pese a los avances lentos pero certeros que se han dado, aún falta más apoyo y el grupo de teatro de sordos de Antioquia, está buscando respaldo para poder viajar hasta Maracaibo, Venezuela, al primer Festival de Teatro de sordos
