«Lentejita» como lo llama su consejero y amigo, Jesús Romero, prepara su camino a los Juegos Olímpicos de Río.
En un principio iba a ser futbolista, tenía un balón de fútbol cuando una entrenadora anónima lo indujo a tomar las riendas de un deporte en el que hoy está brillando; no tendrá la fama ni el despliegue mediático de su coterráneo James Rodríguez, pero Jossimar Calvo quedó en la historia como el único colombiano en ganar tres oros en Juegos Panamericanos.
Mientras despegaba a sus 17 años en la modalidad de gimnasia artística, el cucuteño de 20 años de edad y con 1.60 metros de estatura, se empezaba a erigir como el relevo de Jorge Hugo Giraldo, y hasta más, porque hasta el momento, el estelar deportista está batiendo toda competencia que tenga por delante.
Aunque ya se había convertido en el primer colombiano en obtener la presea dorada en los Juegos Panamericanos de Guadalajara en el 2011, en la modalidad de gimnasia artística, a Calvo lo esperaban un sinfín de competiciones que lo ayudarían a crecer.
En los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014, quedó en el primer lugar en barras paralelas, en donde hoy por hoy es el mejor del mundo, además de conseguir los segundos lugares en la general y en la modalidad de equipos.
No obstante, su fulminante carrera se erigió en la Copa Mundo de Gimnasia que fue celebrada en Eslovenia, en donde Calvo dio un paso categórico con la consecución del oro mundial en la modalidad de Arzones y su segunda presea en su modalidad favorita, barras paralelas.
De esta manera, el triple campeón panamericano seguirá dando de qué hablar en el mundo, en donde no sólo el fútbol hace vibrar a un país latinoamericano, sino el tesón y la lucha de un cucuteño que cambió la pelota por un par de barras y medallas doradas.