Nacional sumó otro partido sin ser vulnerado en su inexpugnable Atanasio Girardot este año.
Atlético Nacional doblegó con ímpetu a Cerro Porteño y avanzó a la final de la Copa Sudamericana en una noche mágica para los Verdolagas, que disputarán su segunda final continental del año. Chapecoense será su nuevo escollo para conseguir la otra mitad de la gloria.
El conjunto dirigido por Reinaldo Rueda no tiene techo tras dejar en carrera al “matacolombianos” y ajustó un nuevo partido sin ser derrotado en el Atanasio Girardot, un registro apabullante que pocos clubes han logrado alcanzar.
Desde el pitazo inicial, los jugadores de Rueda empezaron a manejar los hilos del encuentro, pero los de Florentín no dejaron nada al azar, con estudio y esfuerzo, empezaron a hacer lo suyo, apoyados en la velocidad de Estigabirria, quien explotó su banda.
En la primera tanda, el conjunto visitante fue más incisivo por sus juegos por las bandas, que desconcertaron especialmente a Díaz y Aguilar, pero fiel a su presencia, Henriquez desbarató el andamiaje del Ciclón.
No obstante, en la segunda parte del encuentro los Verdes sometieron a su voluntad a Cerro y poco a poco se aproximaban al arco de Silva, quien palideció las opciones creadas por Berrío, Rescaldani e Ibargüen, éste último con gran poder de gambeta en el área por la izquierda.
Conforme pasaba el tiempo, los pupilos de Reinaldo fueron armando solidez con el toque del balón y empezaron a dañar el esquema táctico del rival, hasta pecar finalmente con la expulsión del equipo contrario, que se fue a los baños tras bajar a Berrío en última instancia.
Con el pitazo final del encuentro y el empate sin goles, Nacional se convirtió en el equipo que participará en la final de la Copa Sudamericana, la otra mitad de la gloria que le ha sido esquivo después de perder dos finales ante San Lorenzo y River Plate.