Urabá, Valle del Aburrá y Norte, son las subregiones de Antioquia que mayor cantidad de hechos delictivos contra activistas registran.
Debido a la ausencia de las autoridades en zonas remotas del territorio antioqueño y la «precariedad» en la institucionalidad, han aumentado considerablemente la cantidad de agresiones y amenazas por parte de actores del conflicto contra defensores de derechos humanos, según denunciaron cinco activistas.
Óscar Zapata, representante de la Asociación Campesina del Urabá, advirtió que dichas intimidaciones provienen de la Brigada 17 del Ejército.
A pesar de la recurrencia y gravedad de las amenazas, el líder afirmó que temen denunciar oficialmente los casos a las autoridades competentes, como Procuraduría y Fiscalía.
José Girón, vocero de la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos, indicó que «en los cinco años de gobierno del presidente Santos, en la región se han presentado mil 553 agresiones a los defensores de derechos humanos», con un saldo trágico de 12 homicidios.
Girón explicó que las cifras son preocupantes «porque demuestran que la actividad de defensores y defensoras sigue siendo peligrosa, incomoda a diferentes sectores de la sociedad e inclusive incomoda al establecimiento, ya que buena parte de las agresiones de carácter verbal o estigmatización que sufren los defensores proceden del Estado».
Precisamente, el informe de dicha corporación evidenció que 34 de las 178 agresiones contra defensores de derechos humanos en Antioquia provinieron del Ejército Nacional.
Adicionalmente, la Policía fue autora de alrededor 23 agresiones, en tanto que la Fiscalía como institución registró 13. Los paramilitares, con 28 agresiones hacia activistas, completa la lista.
«Lo que más preocupa sobre la situación de los defensores es que la mayoría de agresiones ocurridas hasta ahora están en una absoluta impunidad«, advirtió José Girón. (Para ampliar la información, le invitamos a leer: Antioquia es la región donde menos garantías hay para defensores de derechos humanos).
