A poco de conocerse el futuro de Isagén, los colombianos dividen sus opiniones.
Isagén es la tercera empresa generadora de energía de Colombia, una entidad mixta con accionistas del sector privado y hasta hoy, con el 57,61% de la Nación. El Gobierno de Juan Manuel Santos pretende subastar ese activo por al menos 6,48 billones de pesos ante la firma canadiense Brookfield Asset Management (BAM), luego de que la chilena Colbún desistiera de la puja.
Ante el posible hecho se han suscitado todo tipo de opiniones, por ejemplo, en internet ha circulado un video que ya es viral y en el que se califica a Isagén como “la gallina de los huevos de oro de Colombia”, promoviendo que no se venda la empresa y argumentado que esto podría generar, entre otros impactos, alzas en los costos de energía y que “23.000 hectáreas de bosque y espejos de agua” del país podrían “pasen a ser terrenos de construcción”.
Diferentes planes se han puesto en marcha para frenar la venta de Isagén, como tutelas, un apagón de luz en el país, plantones y marchas, así como la advertencia que le hizo el procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez, al presidente, de un “detrimento patrimonial” en caso de efectuarse la venta.
En Medellín, el Concejo de la ciudad, en su totalidad, rechazó la venta de Isagén, pues los 21 concejales están de acuerdo en que “con esta decisión la entidad más perjudicada será Empresas Públicas de Medellín (EPM), puesto que es el segundo accionista después de la Nación, con una participación del 13.14 %”, como lo informaron en un comunicado.
Y mientras los detractores de la venta promueven en Twitter el hashtag #SantosNoRegaleIsagén, el mismo presidente desde su cuenta oficial difunde 10 razones para vender la empresa con el #SiAVentaIsagén.
Entre los argumentos que difunde Juan Manuel Santos, está que la “venta de Isagen ayudará a financiar las inversiones necesarias en infraestructura, como las concesiones viales de 4G, lo que a su vez se traducirá en inversión social y reducción de la tasa de desempleo”
Según lo defendido por el Presidente, el promedio de las ganancias anuales de la empresa en los últimos años es de 89.000 millones de pesos y con dicho ingreso la Nación “tardaría medio siglo en obtener los casi $6,5 billones” en los que parte la subasta.
Además de que “el activo seguirá en Colombia generando energía y empleo de manera responsable”, otra razón a favor, según el Gobierno, sería que “la venta de la participación de la Nación en Isagén no tiene impacto en la estructura tarifaria del abastecimiento de energía”.
Así están las cartas sobre la mesa a pocas horas de conocer el futuro de la empresa, pues se tiene entendido que en la mañana de este miércoles, 13 de enero, se tomará la decisión.
