Por este hecho, otras 23 personas ya han sido condenadas.
Los exparamilitares Mario Alberto Álvarez Porras, alias «Macario» o «Roberto», y Manuel Salvador Ospina Cifuentes, alias «Movil Cinco» o «Juancho», fueron sentenciados a 36 años de prisión por haber participado en la masacre de Pueblo Bello, en el municipio de Turbo, donde fallecieron 43 personas.
Los exparamilitares, que hacían parte de la denominada Casa Castaño, fueron sentenciados por 35 desapariciones forzadas agravadas, ocho homicidios agravados, tortura y terrorismo, situación que era recurrente en las acciones de los paramilitares.
De acuerdo con las investigaciones adelantadas por un Fiscal de la Dirección Nacional de Derechos Humanos y DIH, los hechos se presentaron en “la noche del 14 de enero de 1990, cuando un grupo denominado Los Tangueros al mando de Fidel Castaño Gil, irrumpió en el caserío y se llevó por la fuerza a las víctimas quienes fueron señaladas como colaboradoras de la guerrilla. Esa misma noche los victimarios se dirigieron en tres camiones a la finca Las Tangas, ubicada en el municipio de Valencia (Córdoba), de propiedad de los hermanos Castaño Gil, donde torturaron y asesinaron a todos los retenidos”.
Hasta la fecha, la Fiscalía ha logrado ubicar y exhumar los restos de Juan Roberto Mesa Serrano, Ricardo Manuel Bohórquez Pastrana, José Leonel Escobar Duarte, Jesús Ovidio Carmona Suárez, Andrés Manuel Pedraza Jiménez, Jorge Martínez, Manuel de Jesús Montes Martínez y el de un menor de edad identificado con las iniciales de J.E.B.O.
Por esta masacre, las autoridades ya han sentenciado a otras 23 personas con medidas que van desde los 25 hasta los 60 años.
Finalmente. la Fiscalía hizo un llamado a la ciudadanía para que en caso de tener conocimiento sobre el paradero de los otros restos mortales, se comuniquen en el teléfono 350 60 10 821 o en el correo electrónico undhdespacho36@gmail.com
